martes, 26 de julio de 2016

2016

Es 2016 y aún te invoco
durante las noches
como si fueras
el único espíritu
que mi piel conoce.

Me destapas

y te adueñas del tiempo
desde mi desnudez,

y yo te muestro mis fósiles
para que ordenes mi historia

y me inclino a tus pies
para unir tus huellas a mis labios

y allí me quedo, arrodillada,
bajo la luz de tus ojos

y mi boca se concentra
en la hora de tu carne

y colmas mi lengua
de tus segundos blancos.

lunes, 25 de julio de 2016

Esta noche de otoño falso



Esta noche de otoño falso,
de lago de margaritas negras,
de hojarasca de fruta y lodo;

esta noche, vuelvo a sentir tu abandono.

Mis dientes de madera tratan
de masticar el dolor frente al espejo.
Se me caen los abrazos, de golpe,
a la ciudad sin luz que, colectiva,
nos habita debajo.
Allí también puedes encontrar
los besos salvados de los asedios nocturnos.
Y un grito de mis ojos cerrados.
Y una lágrima gigante que no me cabe en las manos.
Y una sombra de estrella trepando por mis labios.


Mi vida es


Mi vida es
un lazo de olas y peces,
un ramo de tu fuego.

Llevo en los brazos
tus besos,
los instantes de oro y luz
de tu boca.

Juego en el espacio
a reconocer el color de las estrellas.
Y durante las noches bajo,
para posar en tu espalda
una rosada luna de primavera.

domingo, 24 de julio de 2016

Arrollada 2, poema inspirado en el cuadro de Pilar Domínguez Toscano

    Arrollada 2. Obra de Pilar Domínguez Toscano
    pilardtoscano.es

Ese pájaro negro
anuncia de nuevo tu ausencia
y mordisquea mis gastados recuerdos
para traérmelos en su pico.

Estás en todos los miedos de mi infancia:
en la puerta entreabierta del armario,
debajo de la cama,
al final del pasillo,
en las noches sin luna...

No sabía de pequeña
que mi peor monstruo estaba por llegar:
ese ramificado silencio, espeso y oscuro,
de no poder tenerte nunca.

Burdel, poema inspirado en el cuadro de Pilar Domínguez Toscano


    Burdel. Obra de Pilar Domínguez Toscano
    pilardtoscano.es



Origen del origen,

busco mi instinto en tu cuerpo
como quien anhela
una salvaje ola de mar
rompiendo fugaz en invierno.

Me precede mi propio calor.
Llevo las alas evaporadas
y vuelo invisible
sobre la idea de tus muslos.
Y muerdo la serpiente
que te muerde.

No sé si seré tuya
o de otro
o de todos:
colectivo deseo que me envuelve
en su globo de inexactitud.

Descubro en manos ajenas
planetas pequeños,
dragones sin fuego
que queman sin descanso,
luces de plomo,
aire líquido que besa el espacio.

Y giro
para trenzarme en ti,
como un pétalo doblado
bajo el universo,
que nombra a través de sus estrellas
el perfume soñado de tu alma anónima.

sábado, 23 de julio de 2016

La estación de nuestros cuerpos


Se encierra el mundo
en mis oidos,
una plenitud de sonidos
me tambalea.
Juego a volar
mientras trato
de permanecer quieta.
Me nacen alas en los ojos.
Tu mano, tacto de luz,
sigue pensando en mi piel.
Y yo me subo a una estrella
para contemplar el espacio.
Beso el aire
y después te lo lanzo
para que me respires.
Me enredo en tus pies.
Déjame ser origen de tus pasos.
Extraigo el zumo de un astro
y lo llevo a tus labios.
Giro
con todos mis pensamientos
dentro
y me alejo
y te alcanzo.
Suspira una nube en mis muñecas
y te abrazo y te abraza el mar conmigo,
y nos reimos
de los trenes que pasan,
en los que nunca iremos
porque tú y yo nos quedamos
en la irrepetible estación de nuestros cuerpos.

Tarzán

Rompan filas, los príncipes azules!
Yo quiero un Tarzán
que me proteja de mis acantilados
y suba árboles y dunas a las nubes;
que me bese en el aire
y me inunde los labios de vértigo;
que me abrace y haga estallar
mi ropa junto al tiempo;
que duerma conmigo
y domine mis bestias;
que no me deje luchar contra mí misma
y que sólo me abandone para salvar el mundo.

viernes, 22 de julio de 2016

Esta mañana eres tan azul

Esta mañana eres tan azul,
- quizás arrastras un sueño de mar o de cielo -
que navego y vuelo al mismo tiempo
sobre ti,
anclada en el erguido aire de tu sexo.

Entre mi mano y tu espalda
he atrapado el tiempo,
así no tendrás que marcharte
y puedo continuar sobre tus piernas
borrando las sombras de mi agua.

Mi cuerpo avanza en tu placer,
hacia la saliva que contiene tu alma,
y se detiene en la fugacidad
de una apasionada caricia blanca.

Un huracán de Kansas

Pensaba que me temblaba el cuerpo,
pero era mi existencia entera
lo que temblaba.

Un huracán de Kansas habita
en mis venas;
en mis ojos,
sótanos para no ver más que oscuridad.

Lágrimas de mariposas candentes
me recorren las mejillas.

Anoche tu boca
adivinaba otros labios.

No amanece mar, amanece fango.

Y una luz afilada
que se me clava en el alma
que me hace sangre
que me eleva a un sol de sombras
y allí te nombro
una y otra vez
por si volvieras.

No seré tu Madame Butterfly

"Ed egli al quanto in pena Chiamerà, chiamerà :«Piccina - mogliettina Olezzo di verbena» I nomi che mi dava al suo venire."     
Un bel di vedremo (G. Puccini)

      
No te esperaré mil inviernos más.

Es tan inmenso este dolor debajo
de las uñas, tan elástico,
que llega al centro del sol
y con su oscuridad amarilla
me adormece y me atormenta.

Vuela una mariposa
por encima de aquella nube,
pero es un reflejo más
del dolor,
una mirada cotidiana de espinas.

No vendrá un bello día
a nosotros. No hay naves
atracando en el puerto.

He soñado tanto con tu llegada,
amor, eternidad mía...
He multiplicado las noches
con la insistencia de mis anhelos:

moriré al verte, sentiré el desmayo
de mi alma y de mi cuerpo,
se ruborizarán mis pupilas,
respiraremos la luna 
como manjar reservado
para los que aman,
saltarán estrellas y peces
sobre las olas del océano,
brillarán labios en mis manos
y te besaré con caricias,
se marchará el mar por donde había llegado
para que tu barco nunca más navegue,
no te irás de mi lado,
seré la hoja perenne de tu boca,
no habrá otoño que me haga caer.

He pensado tanto en ti,
eternidad, amor mío...
que quedaste atrapado en mi último pensamiento
y eres ya en mi mente,
a la vez, memoria y olvido.

jueves, 21 de julio de 2016

Infierno inacabado



Prendes en mis labios
un infierno inacabado
para que yo lo complete
con mis lunas de hambre.

El tiempo nace
de nuestra nada compartida.

Tus dragones y mis margaritas
se cruzan en una batalla nocturna
por el dominio del fuego o el aire.

Buceo insensata en la idea
de tenerte como un coral de materia marina,
pero no eres más que un hombre
que me busca, me atraviesa y me hiere.

Supervivencia

Me falta el aire
en la yema de los dedos.

Mi piel es un estanque de vacío;
cuando te pienso,
aún sobrevive una idea de mar
en la azotea de la nada.

Me agarro a la caricia de tus labios
como si fuera la última posibilidad
de supervivencia en el planeta Tierra.

Los milagros no existen


Los milagros no existen,
pero yo los busco en tu boca;
confundida, desorientada.

Con la determinación de las búsquedas
me inicio en este viaje.
Invento norias, carruajes, alfombras.
Cualquier medio de transporte
que te alcance.

Llego a tu boca.
Y el milagro es tu voz, pronunciándome.


miércoles, 20 de julio de 2016

Luciérnaga de saliva



Tu lengua es una luciérnaga de saliva
que vuela sobre mi piel, callando mis silencios.

Me enciendes -estrellado- un deseo invisible
sólo perceptible por tus labios.

Danzo en tu noche con mi selva de tortugas
para comprender, despacio,
las ideas puras de tu cuerpo,

que si no es mío me mata,
que si no es mío me muero.




La vida nace en tus hombros


La vida nace en tus hombros.
Allí regreso desde la nada
cada vez que te pienso
y el aroma a flor de tus labios
me envuelve en una gota de mundo inventado.

Mi cuerpo se desmorona
en tu ombligo
dejándome sola ante el duelo
entre el placer y lo establecido.

Mis manos predeterminadas
para volar cometas en Moret
se desvían hacia tu sexo
y exploran inquietas
la geografía de un continente sin género.

Subo a una nube-pentagrama
para colgar mis suspiros.
El sol se confunde con la luna
en tu cuello.

Soy mariposa y pez
en el paraíso híbrido
de tu espalda.

Esta noche vuelvo a explicarte que te deseo,
dónde, cómo y cuánto.


martes, 19 de julio de 2016

Galaxia roja


A veces,

planea en el espacio un jardín
con ligeras piedras de música
para oír la noche debajo de las rosas,

la capa elástica que sujeta la luna
vacía sus tarántulas
y luce más blanca que nunca,

un pájaro de fuego recién prendido
sofoca el hielo heredado
de nuestro último verano,

el arco de nostalgia
que viene a morir a mi barbilla
se deshace del todo...

A veces,

pienso que no te has ido
y reaparece en mi mano
la galaxia roja
que solías llevar en los labios.

lunes, 18 de julio de 2016

Deja que busque el mar


Deja que busque el mar
si no puedo tenerte entre mis brazos.

Viviré entre las algas como una sirena nostálgica.
Pensaré en ti debajo de las olas.
Jugaré a tocar el sol
danzando entre átomos y peces.

Deja que abandone la tierra,
que me enamore de un marino banco de pájaros,
que rehaga mi vida en el fondo de otro océano.

No te preocupes, amor mío,
cubriré mi cuerpo con escamas de metales
para que nadie más en este mundo
pueda tocarme.

El eslabón perdido del sexo

En mi regazo llevo
una partícula de lava,
una herida abundante de lluvia,
un eco de luz,
un calambre de viento,
un rayo de rosas,
una demolición improvisada
del tiempo,
la confluencia de mi quietud
y mi movimiento,
una soledad de fuego,
una ciudad reconstruida
por civilizaciones alienígenas,
un sabor a noche,
una posada de vida,
un instante de nieve roja,
un sueño de nubes...

En mi regazo
han venido a refugiarse
tus milagros,
las leyes del caos,
los puentes hacia la nada,
el eslabón perdido del sexo...

Y cuando llegas
se acaban los interrogantes
y vuelan ciertas
todas las respuestas.

domingo, 17 de julio de 2016

Frecuencia absoluta

Dejaste el olvido encima de la mesa
y te marchaste de puntillas,
ligero de recuerdos,
obviando las experiencias compartidas,
para coexistir con un universo ajeno
a mil pies de altura.

También dejaste un beso en los cubiertos
y tu ausencia se mete sin remedio en mi boca
3 veces al día.

Mi alma ha tenido que bloquear
el timbre y todos los espejos
para no volver a verte nunca.

sábado, 16 de julio de 2016

Si alguna vez el fuego

Si alguna vez el fuego
vuelve a ser
una gota que te pronuncia,
un amor de huesos
debajo de la piel y de los músculos,
un suspiro herido
en el hall de un rascacielos,
una verdad de tierra
atragantada en el esófago,
una canción que desaparece
en la fractura del crepúsculo...

Si alguna vez te busco, amor,
déjame seguir siendo mariposa impar
en la soledad de mi mundo.

Desierto nostrum

Se ha volcado un desierto
en la pecera de estrellas
que una vez fueron tus labios.

Ha brillado el agua
por encima de las avenidas
como una lluvia horizontal
de atemporalidad.

Ha naufragado el cielo
de nuevo en tu sonrisa.

Se han ramificado las nubes
y de noche me envuelven a oscuras.

Ha nacido un alba anónima
en mitad de la galaxia,
un amanecer de lánguida música.

Vienen y van los recuerdos
por las eternas dunas.

No queda mar, sólo desierto.
Pero un desierto nuestro, empapado de vida.


Desmedido amor


Me preguntas si he sentido
la sonora luz de amapolas
en este último abrazo.

Si he visto huir a la noche
cuando me hablabas
de la ausencia de tiempo en mi mirada.

Si me queda espacio en los labios
para otro mar...

Si la primavera llevará el implícito volcán
de una flor en llamas.

Si soy yo la conclusión de los ríos sin tristeza
y la preservada paz de las montañas.

Y yo me salto
las leyes de la física y la distancia
y te respondo
con un latido de mi pulso
en el centro mismo de tu corazón.

Y después te llevo
a una luna nueva de pájaros
y prendo en tus manos
la infinita esencia visible
de mi desmedido amor.

En mi sueño


En mi sueño
me has traído el amanecer
en tus manos
y una luna que se olvida de la noche
en tu boca.

En mi sueño
me hacías tuya con un único beso
de tus labios.
Me abrazabas tan fuerte
que entregaba mis alas
a una estrella cercana;
ya no las necesito,
sé volar con los latidos
que suenan en tu pecho.

En mi sueño
me despertabas,
para seguir estando conmigo.

viernes, 15 de julio de 2016

Lujuria


Prisionera de tus pecados capitales,
hoy me enseñas el primero,
con tu viva carnalidad en mi boca
y un reguero de baba caliente
cayendo por la comisura de tus labios.

El pulso se me entrecorta
con tu agrandado vaivén
sobre la delicadeza de mi lengua.

Te hablo.
Tú me oyes lejana,
como si hubiera estallado una granada
detrás nuestra.

Y entonces, me explicas: querida,
esto es un verdadero orgasmo.
Sólo se oye el mar a lo lejos.
Y, ahora, me sobras.

jueves, 14 de julio de 2016

Yo te quiero

Yo te quiero
y tú le restas extensión
a mi sonrisa
con esa forma tuya
de estar no estando,
de ausentarte
mientras miras
los objetos que te rodean
como un marinero
descubriendo más mar
sin que nunca haya tierra
ni pequeñas aves de isla.
Y me pregunto
cuáles son esos ojos
que aún buscas...
En qué centímetro del tiempo
me estás olvidando.
Con quién, al fin,
sumarás tu presencia continua.

No podré nombrar lunas

No podré nombrar lunas,
ni inventarlas en tu espalda,
ni recoger flores en la pausa
del movimiento de una nube,
ni morder la brisa,
ni subir a Marte,
ni perder peces en el metro,
ni besarte en los mercados,
ni apostarme el sol contigo
después de un verano,
ni correr los 100 metros-estrella,
ni deshojar precipicios,
ni contar hormigas bajo la nieve,
ni sobrevolar sótanos,
ni ver anochecer a los números,
ni sobrevivir a mi propia contracorriente,
ni mirar detrás de la nada
por si tu boca persiste,
ni buscar tus manos
debajo del mar, entre las algas,
ni morir en tu abrazo,
ni vivir en tu aliento,
ni soñar con tu alma.



Una hormiga de recuerdos

Una hormiga de recuerdos
me sube por las piernas
y se hace verdad impaciente
cuando te siento cerca.

Llegas a mi espalda desde el mar
y aún te quedan olas en los dedos
para acariciarme los hombros.

Una brisa de pájaros me envuelve
cuando sostienes mis caderas.
Ruge el fondo de mi silencio rojo
en la espera
de la palabra de tu carne.
Y me hablas dentro,
sin signos de puntuación, sin pausas,
hasta que liberas sobre mi
tu mundo de libélulas blancas
y la noche
vuelve a ser nuestra.

miércoles, 13 de julio de 2016

Como si no pudieras despedirte


Como si no pudieras despedirte
con un adiós o con un abrazo,
te despides con los ojos
y me provocas una lágrima
que no se ve, pero que duele.

El tren también piensa
en qué será de nosotros
y viaja tan veloz como ausente.

Ese árbol, que dejé atrás
hace más de 100 kilómetros,
se desintegra al recordarte
y los segundos de tu boca
se pierden para siempre.

En la estación no me espera nadie,
ningún taxi con luz verde.
Me recibirá el vacío,
el enorme vacío, de no tenerte.

Y cuando mañana amanezca
en medio mundo,
no habrá luz ni ruido suficientes
para despertar a mi alma
de esta inevitable muerte.

martes, 12 de julio de 2016

2+2 = tus labios

He olvidado
las operaciones algebraicas,
las reglas básicas del lenguaje,
los insufribles verbos irregulares:
to forget, forgot, forgotten.

He vaciado la cesta de mi existencia
en tus brazos.

He olvidado
el sol, las nubes,
el simétrico canto de los pájaros.

He dejado el mundo vacío de todo,
silenciado y blanco,
para decirte, amor,
esta noche en que versos nocturnos
se cruzan encima de un escenario,

que te quise
como una reluciente luciérnaga
y que hoy muero sin ti,
como un extinguido dinosaurio.

lunes, 11 de julio de 2016

La isla de las cerezas


Te besaré el cuerpo.

Entre tu espalda y mi boca
sólo habrá una pluma de agua.

Recogeré las estrellas del océano
que llevan la inagotable luz de tus ojos.

Te acariciaré el alma
con mi noche y mis dudas:
¿es amor?
¿en qué punto entre la nada y el todo
están tus manos?
¿es posible sentir la muerte
en este fluir hacia ti de mis venas?
¿es amor?

Las tardes de luna llena,
tendida bajo los juegos de tu lengua,
te abriré mis nubes y mis sueños.

Entrarás en mi isla de cerezas.
Y te quedarás.
La eternidad, comienza.