lunes, 29 de agosto de 2016

Líquida suciedad en el alma


He dejado de quererte
dice mi sonrisa de cerezas tristes
mientras el horizonte
se tensa como un arco
para lanzarte lejos,
detrás del infinito,
a esa isla de águilas
donde a veces me esperabas
para contemplar el océano juntos.

Mis manos me hablan de ti en pasado
y sobreviven.

Esto debe ser la vida:
tú, feliz en cualquier parte.
Y yo, con esta líquida suciedad
en el alma,
recordándote siempre.

domingo, 28 de agosto de 2016

Soy algodón de rocío


Soy algodón de rocío,
impregnada de deseo abierto
como un anaranjado cerezo en flor.

Mi suspiro se deshace en el espacio
buscando incansable tu aliento.

Te persigo cada noche de mi tiempo
con la madeja encendida
de mi cuerpo sobre tu cuerpo.

Derrama en mí
la fragancia de tu jazmín
tan blanco y eterno.

Me duele el viento


Me duele el viento empequeñecido...
Yo te lanzo el mar
y tú me devuelves
el frío,
la noche,
el invierno,
los recuerdos olvidados,
la oscuridad,
la tormenta de fresas negras,
las medusas en los pies.

Me duele el viento.





sábado, 27 de agosto de 2016

Reserva de mujeres movedizas


Hoy te beso como lámina invertebrada, sin sueños que me separen de ti, te beso con la distancia y los recuerdos encima, en la frontera entre verdad y jardín. Vivo en la reserva de mujeres movedizas, sintiendo el cielo exterior como único punto de partida.

Lengua con lengua, deshacemos montañas de sal, acumulamos voces en el paladar y horizontes curvados en las muñecas. Te rozo con la secuela de infinito de mi vida anterior y tus aromas crecen en mi boca, olor en rama, movimiento ocre hacia mi estómago, temblor de tu carne en el origen de mi alma.

¿Lugar?


Esta noche ceno algo de vida desmenuzada y agua de estrella servida fría en el verbo de tus ojos. Dices ¿lugar? y contesto: tus labios al atardecer de la luna, cuando se posan los pájaros en la amapola gigante del mar y todo es rojo. Mis manos se someten al viaje inherente de tu piel, al deseo como unidad de medida del tiempo. Dices ¿lugar? y contesto: tu cuerpo; siempre tu cuerpo y sus relámpagos, los sellos de luz estampados en los múltiples huecos de mi realidad.

viernes, 26 de agosto de 2016

Esencia

Vi caer un pájaro herido
en tu sonrisa
y curarse y volar
alto,
entre los adverbios de lugar
de las estrellas.

Soñé con tu espalda mil veces,

hasta hacerla mía,

y llevarte como una espiral fija
en mi esencia cambiante.

Quererme




Quererme es firmar una sentencia de dolor
con un universo de vida detrás,
cazar luces transparentes que saltan ladera abajo,
contar las olas que cabalgan dentro de un insomnio.

Aunque nunca lo digas,
sé que en mi beso
se estrechan tus sueños.

En Manhattan abandonamos
los ácaros
de nuestro abrazo giratorio.
Allí la luna no brilla,
los edificios me asustan tanto...
No soporto más el ruído ensordecedor
del individualismo en masa.

¿Tú ves cielo donde yo veo mar?

Central Park alarga sus brazos
en busca de manos para formar una cadena.

Y en medio de todo, tú, nosotros.
El mundo de acordeón ahogándonos.

Te miro y la sociedad vuelve a ser como antes
de inventarse el móvil. ¿Te acuerdas?
Te echaba de menos cada segundo,
te buscaba en las paredes,
sombra de mi sombra.

Mi alma sobrevivía en los rincones,
pensando en ti,
con suspiros enlazados,
fruta y muerte en las manos.
Cuidaba tu adiós
en una jaula de hámster,
dábamos vueltas,
noria de ausencia interminable,
el mundo se paraba a veces

y en esa pausa

nos amábamos ciegamente.











jueves, 25 de agosto de 2016

Amor fugaz

Fiebre de cielo,
azul por todas partes
y en mis ojos
una hoguera de nieve
para ocultar el mar
que dejaste rompiendo
en mis pupilas
antes de marcharte
a Júpiter
en tu meteoro blanco.

   [Cuadrilátero para mariposas,
   luz templada hirviendo
   en mis muñecas
   (¿ausencia?)
   voz oscura,
   cueva infinita
   temblando dentro del sol,
   hilo de agua anudando
   la nada.]

Vuelvo a ti
cada noche de Perseidas
para decirte "Quédate, amor fugaz,
quédate otro instante."






Mi ancla en la montaña

Mi ancla en la montaña,
cima de oro, a veces sol,
súplica en la noche
por un beso
que me salve de crucigramas
inacabados en las piernas.

Vuelo sin mí en las alas,
desprendida de mi boca.
Así, cómo vas a besarme, amor.
¿Cuántos pozos tendrías que romper
con la lengua? La oscuridad es una llama
que tiembla en mis preguntas. 
¿Sabrías jugar con mi vacío a la hora de la siesta?
¿Eres tú la verdad del tiempo que, por fin, llega?

miércoles, 24 de agosto de 2016

Kilauea

Yo estuve en Kilauea
sintiendo tu lava templada
caer sobre mis muslos.

Bañé mis pies
en mar de magma turquesa.

Recordé las cenizas de Pompeya
como necesario origen del deseo.

Todos los signos del fuego
simbolizan tus labios.

Si no te beso
la glaciación de mi pulso
comprime mi médula
y soy un ovillo de frío
persiguiendo
la llama huidiza de tu cuerpo
volcánico.

Bésame


¿Por qué esperar 
la luna cuadrada
o el sol de cobre...?

¡Bésame esta noche!

Silencio de azahar,

ráfaga de luz
en la luz,

roja mordedura 
en el vientre de la rosa.

Yo voy regando nubes
para que tengamos sombra
y el calor fluya
en estado puro
entre tu boca y mi boca.

¿Por qué esperar
décimas de lustros,
nueva prisión de enebros
en la nieve?

Bésame a las 22.07,
hora exacta en que comienza
nuestro próximo olvido,
sonido a "siempre" alargando
el escalofrío azul de la Tierra.

Bésame
como hecho transcurrido
del que nunca ya,
viva o muerta,
pueda desprenderme.

martes, 23 de agosto de 2016

Bella durmiente

Me escondo detrás de los estereotipos,
huyo de mis búsquedas,
observo el amor como si fuera
el grupo control de un experimento.

No me salvará de mi angustia
un beso premeditado de tus labios,
un ramo de rosas de agosto,
una luz arrancada del estómago
de una fiera malherida.

La Tierra se marchita
y cae sobre la luna.

Respiro, mujer sufriente,
con plomo en la cintura.

Un pozo de llanto
me envuelve las manos
para que algún día te acaricie
con el fondo de mi amargura.






Piedra preciosa del viento

Si un amanecer llevara tu género,
femenina belleza,
diosa fenicia,
naturaleza de luz,
piedra preciosa del viento...

Si tus pies jugaran en mis manos
como quien busca reconocerse
en la línea de la vida.
Si posara mis labios en tus caderas
imaginando tu música más profunda.
Si llorara mis pérdidas sobre tu espalda. 
Si te hablara de los misterios del mar
descifrables en el agua de tu boca. 
Si te acercara mi dolor de alma. 

Si fueras amor y yo fuera intuición.

Si alguna noche
durmieras en mi sueño
y yo despertara
en tu alcoba.



lunes, 22 de agosto de 2016

Adiós. Adiós, amor mío...


Un planeta entero de ojos
y no consigo ver tu cuerpo mecido
por las horas calientes de la tarde.

Suena en los ríos
mi dulce llanto nocturno
de estrellas y sangre.
Mi dolor derretido
canta dentro de granizos
su insaciable hambre.

Una enredadera de soles
me da sombra y frío.
Te busco en la luna de día,
ya nos abandonó la noche
en una despedida
a ras de tierra y musgo.

Espero la lluvia de tu beso
en mis jardines devastados
por una ausencia gigante.

Nunca volverás. 

Mil ojos mirándote,
mil piedras de aire flotando
sobre olas de líquidos lirios,
mil lágrimas vertidas
en una única palabra:

adiós.

Adiós, amor mío...

Te seguiré soñando
con las manos vacíadas
en la postrera luz del infinito.

domingo, 21 de agosto de 2016

Mientras dormía

Cada día es un paisaje nuevo
de tus labios...

Una fina luz de lluvia cala
mi manos y siento
la frescura inmediata
de una primavera tardía.

Sueño despierta, ahora,
todo lo que anoche
pensé en ti mientras dormía.

Qué es el mundo


Y el mar se vacía
reservando algunas gotas
para lágrimas humanas,
las olas lloran sobre las rosas,
el cielo se concentra en un único punto,
molesto, como una mosca que revolotea
inquieta.

Qué es el mundo
más allá de este planeta hueco,
hacia dónde van las almas que no vuelan.

Un trueno habita en mi pupila,
el ruido me duele hasta en los ojos
y los cerezos de primavera, secos,
buscan olvidarse de sí mismos bajo tierra.

Qué es el mundo
sin tus manos
en mi trágica existencia.

sábado, 20 de agosto de 2016

Encontraste mi arrinconada luz

Encontraste mi arrinconada luz,
mi yo de avispa encerrado en una nube,
mis vértebras, derretidas
por el calor abstracto de la existencia;

herida, indefensa.

Cuidaste de mis días y mis noches
hasta que, pantera incendiada,
me soltaste a ciegas
en mitad de tu inmenso bosque.

Y allí permanezco
- animal de nueva especie -
nutríendose mi alma
con la resina primigenia de tu cuerpo
envidiado por todos los dioses.

Dices

Dices
Tus pechos se parecen a esas bolas de navidad
de Manhattan en invierno.

Dices
Tu calor compensa el frío circular del mundo.

Y yo,
que solamente entiendo los versos de tus manos,
intento olvidarme de tus palabras,
para sentir en silencio
un intenso deseo plano,
sin estaciones ni altibajos.

Dices
Te quiero.

Y se renuevan todos los significados.

jueves, 18 de agosto de 2016

Jaque mate



Piezas de luz avanzando
por tu cuerpo
como en un artesanal tablero
de ajedrez.

Las olas de la vida
me arrastran
a tu cuello,
- isla civilizada que desata
mi instinto de caricia
súbita -

Y me abrazo a ti,
rompiendo las reglas
del movimiento visual,
con las estrellas de la tarde
en los ojos.
Te miro por encima
de los árboles,
interiorizando
premoniciones de sexo.

Y nos besamos:
jaque mate
al tiempo.



Ceguera



Hay una mandarina y una verdad pequeña
en tu mano. Olor a primavera y a sueño.

Y mi piel, de nuevo,
es una maleta rayada y vieja en un aeropuerto.

Tus vuelos no me contienen.
La luna es un triángulo de horror blanco,
de lágrimas veloces,
de saltos truncados por huracanes de tiempo.

La vida es el nudo imposible de mi tierra y tu fuego.
Y así transcurro, arrollada, invisible, trágica.

La célula primaria de mi alma
te recuerda a veces
y entonces, sólo entonces,
se mece una galaxia de asfixia negra
debajo de mis párpados frágiles.

Y no puedo abrir los ojos:
se me rompe la mirada
si te tengo enfrente.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Miel de nube

Avivas mi fuego
con el calor de tu saliva
pegajosa,
como miel de nube
que se desliza
por cada uno de mis húmedos vértices.

Me elevas a tu infierno ascendido
con la sola intuición de una leve caricia tuya.

Eres árbol de primavera
extendiendo tus raíces y tus rayos de flor
dentro de mi boca.

Vuelo en llamas,
atravesando los caminos desconocidos de tu selva.
¿Dónde nació el color de tus ojos?
Tus manos de ave exótica
me traen el tacto virgen del horizonte.

Y sigo siendo fuego en tu fuego.

Nómada luz

Nómada luz, tu boca;
en otras almas,
en otras esquinas de aire detenido.

Nómadas, tus manos;
arañadas
por inciertos tactos invisibles.

Restriegas en mi espalda
un amanecer usado
y mis uñas se rebelan contra la nada.

Yo juego a ser escultura
de raíz de árbol,
que te pertenece
y te espera
con cien relojes al cuello
marcando la hora de tu llegada.

Vienes a buscarme
desde tu jardín de hojalata,
haciendo un ruido dulce
en mi vida insonorizada.

Después te vas
y el silencio se queda
con tu olor
y una despedida de dolorosa lava.

lunes, 15 de agosto de 2016

Tempestuosa alga

Ha dejado de ser invierno
y aún sigues buscando arcilla cálida en mi cuerpo
para compensar el vacío de la existencia humana.

Sin embargo, mi piel ya está cubierta
de flores violetas. Extendida, se confunde
con un jardín que vuela entre los astros invisibles
de la mañana.

Pasará la primavera y, cuando llegues
a la primera puerta del verano,
hallarás todas las aristas de mi fuego.

Surgirá del subsuelo mi geometría caliente
y se enredará en tu cuello
como una intriga de besos.

Lucirán tus superficies con el brillo azul
de mi permanente deseo.

Cada viaje de mis manos conducirá a tu espalda.
En mi equipaje llevaré sólo un mar,
de mi sudor y saliva, lleno.

Y lloveré sobre ti, tempestuosa alga.


Qué seré yo en el futuro de tu olvido

Qué seré yo en el futuro de tu olvido...

un escombro,
rosada ceniza,
un fuego inapetente
en tus dedos,
una ausencia bienvenida,
una luz que se divide
para empezar de nuevo,
un abrazo intermitente
del aire,
un truncado sueño,
una voz que te dice
aún estás en mi pensamiento.

Y cómo serás tú, en mis recuerdos.

domingo, 14 de agosto de 2016

Esta rosa de fuego apagado


Esta rosa de fuego apagado
quiere desembocar en tu azul,
descubrir nuevos vacíos
que soportar en las manos,
defender con la boca
tu mundo de esporas
que se multiplica blanco.

Y llamarle
¡Magia!
¡Milagro!
¡Vida!
a tu lengua,
cuando sofoca
la profunda vibración
de todos mis océanos.

Sevilla o Madagascar

Sevilla o Madagascar,
qué importa...

En mis sueños
todas las calles son iguales,
tienen el nombre
de tu mano rozando mis dedos,
una sonrisa de tu alma
deteniendo la velocidad del tiempo
y tu voz, diciendo:
¿no es verdad, ángel de amor,
que tu boca
es la orilla existencial
de mi cuerpo?

sábado, 13 de agosto de 2016

Espada



Traes la espada en el ombligo,
clavada ya en ti.

Vienes con el dolor
como ofrenda
para que mi sufrimiento parezca
más leve
y el mundo me confunda
con una paloma de arena
fundida con la calma unísona de la nieve.

Pero sabes cómo soy. Saco tu espada.
Curo tu herida de amor naciente.
Beso tu pecho
con la vigorosa flor de mis dientes.
Vuelo para coger fuerzas y lunas.
Regreso a ti.
Te digo te quiero
(no importa cuántas veces
no me lo dijeron a mí).
Y me clavo la espada
de tus ojos.
Cuando amo, sangro;
vivo y muero.


Mi lágrima

Mi lágrima lleva el mar, olas,
el aire, gaviotas,
es una playa, un lugar,
un estado invariable
en el movimiento
de mi alma.

Sin embargo, no lloro. Sonrío
con el deteriorado pulso rojo
en mis labios,
buscando mi halo de vida
en el pulmón de tu boca.

Y es con tu oxígeno
como se regeneran
los ángulos
de mi lineal existencia
rota.

viernes, 12 de agosto de 2016

Venecia


No estarás y mi cuerpo de esparto
esquivará góndolas
en el Gran Canal de Venecia.

Nunca imaginé un pasado reciente sin ti.
Y aquí estamos,
creando un novo-universo de corales
que nos contiene a medias. Tristes. Olvidados.

Anda, recoge Venecia. Se hace tarde.
Y busquemos otra ciudad para reinventarnos.

Recuerda, esta vez, lamerme lentamente
las rodillas y las muñecas.
Quizá, no vuelva a abandonarte.

Siempre nos quedará Marte

Aprietas tu mundo contra mí,
como si quisieras atravesarme
con desconocidas formas de vida.

(Siempre nos quedará Marte).

Has redondeado el mar con tus manos.
Me lo traes intacto
y lo deslizas por mis hombros.

Siento los peces de tus dedos
con su movimiento síncrono
alrededor de mis senos de agua.

Renacemos en medio acuático.

Es extraña esta unión
de alas y escamas.

Después hablaremos de las vacaciones,
de la guardería, de los horarios,
de cómo serán las noches de verano...

Pero ahora,
aprieta la extensión de tu mundo,
dentro,
muy
adentro.

jueves, 11 de agosto de 2016

Vietnamita dulzura

Tu boca pequeña,
- vietnamita dulzura -
fragancia de soles,
movimiento de luna,
rosa que me alcanza
la espalda y me derrumba

y me derrumbas.

Beso estrecho y sin trampas.

Criatura nacida
en tierra de nuevo atlas,
mundo de fantasía.

Universo en la hoja,
arcoiris de travesía.

Tu beso es un suspiro
por el que doy, cada noche,
mi canjeable vida.

Devoras jardines

Devoras jardines.
Deconstruyes estatuas
minimizando el concepto
convencional de belleza.

Cruzas la noche
con tus garras,
me apresas
y me llevas
a tu bajo nido inter-razas.

Tu pico
es una lubricada lengua interior
que me besa por dentro las venas.

Y tus alas,
una desplegable dureza que me penetra
como una insistente cuadrícula de seda.

miércoles, 10 de agosto de 2016

¿Te acuerdas cuando nos reíamos

¿Te acuerdas cuando nos reíamos
de la quietud de las nubes?

Tus labios giraban en mis labios,
365 rotaciones al año, al día.
Y el Sol
sufriendo por una Tierra desbocada.

No importa que se acabe el mundo mañana.
Cerremos los ojos juntos. Y dame la mano.

Hallas la raíz cuadrada al espacio

Hallas la raíz cuadrada al espacio
y encuentras un nido calmado, 
de pausa y aire, para mis labios.

Tus ojos se anticipan a mis preguntas
con su lógica binaria (si,no)
rodeando mis ingles de respuestas sencillas.

Allanas mi futuro con señales de agua, 
la humedad inmediata de mi cuerpo te pertenece
y dejo de buscar fuego en las estrellas: 
tengo tu espalda justo debajo de mi alma. 

Te beso con la planta de los pies. 
Por fin, mis pasos cobran sentido. 

Intento explicarte sin lágrimas
que quiero lo contrario de lo que necesito. 

Cansada de mí misma, 
vuelvo a acurrucarme 
en el mundo puro de un latido tuyo. 

Después, lameré el principio físico de tu deseo 
y mi boca terminará siendo madura fruta desesperada 
con sabor a tu omniterrestre sangre traslúcida.

martes, 9 de agosto de 2016

Múltiple


Me das tu torre de lumbre,
encendiendo mis orígenes 
más profundos.

Por una vez la razón 
abandona el cuento
y aumenta inconsciente
la textura carnosa de mis labios
en el extremo neurálgico 
de tu sexo.

Y pierdo la noción del amor y del tiempo.
Sólo quiero contemplar
la crecida inevitable de tu fuego 
cuando invades mi soledad
y la socializas.

Mezclo verbos y aullidos 
con cada golpe seco en mi sentido
del tacto. Clavo mis uñas en el aire. 
Desato las sierpes de los astros. 
Te miro con la noche espesa en mi lengua.
Huyo de los jardines.
Regreso a los pantanos.
Corono tu nombre en la luna. 
Visito el arcoiris del silencio. 
Vuelo hacia ti 
y caigo 
en inmortales descansos. 

Tengo los ojos cerrados
y continúo sintiendo
el movimiento de tu alma 
en el centro de mi cuerpo.

Y grito la inicial de tu boca en griego.
Y busco el significado del mundo 
en el color desmesurado de tu risa.
Y te digo al oído: 
amor mío, tráeme más sonidos,
bautiza de nuevo mi abismo 
con la pureza de tus líquidos.

Yo te esperaré cada noche 
y compartiré contigo 
los gritos salados de mi raíz íntima.

Qué haces tú cuando el sol se pone

Qué haces tú cuando el sol se pone
y mi alma muestra al pasado
una amplia bandera blanca
y pasea en paz
por el punto invisible
donde olvidó tus labios
y mis ojos arrastran
por las laderas del cielo
tu imagen reconstruída
sembrando nubes de seda.

Qué haces tú,
cuando en mitad de la noche,
cada partícula de mi alma
te sueña.

Viajas en mí

Viajas en mí
con tu nota vertical de música.

Y encuentras
costumbres que derrumbar, 
seda, selvas,
alba de muelles, flores en el óxido,
lunas dentro de un desván completo,
mariposas de falso hierro,
mezcla de sur, viento y norte,
amor de otro siglo,
un amasijo etéreo de sexo.

Y vacías
tu blanca melodía de invierno
en la soledad de mi nombre.

lunes, 8 de agosto de 2016

Ostras hambrientas nos roban el tiempo

Ostras hambrientas nos roban el tiempo,
acortan la noche
y he de quererte veloz.

Aunque te beso
en décimas de segundos,
la tela de tu saliva atrapa mis pies
y avanzo contigo.
Soy tu nueva flor
y giro con tus dedos
desplegando mis alas
por encima del mundo.

Incomparable

Tu lengua suspira en mi cuello
anhelando el más allá de mi espalda,
lugares de algodón y diamante
que, suaves, brillen mojados
en la longitud de tus dedos.

Intuyes mis labios
y desde atrás me prendes
estrellas en los pechos,
para que vuele,
fugaz o permanente,
en el cielo de tus manos.

Imagino la profundidad
de tus ojos;
eres el sexto océano del planeta
y navego en tu mirada
al ritmo de la marea carnal
con la que me rescatas
de la subjetividad del tiempo.

Subo y bajo sobre ti
- columpio de amapolas silvestres -
rozándote los sueños,
meciendo diccionarios serpenteantes
en tu sexo,
hasta que de tu alma se desprende
un universo entero,
resumido en sucesivas gotas dulces
que resuenan en el fondo de mi cuerpo.

Un gemido eterno y lento
se queda en mi pulso latiendo,
con la fiel imagen capturada
de un incomparable primer encuentro.

domingo, 7 de agosto de 2016

Tu respiración es un engranaje húmedo

Tu respiración es un engranaje húmedo
de mi calor. Suspiro, sobre tu pecho.

La tierra, impregnada
de una lluvia de amapolas azules,
nos abraza
y nuestra unión
es una danza de oxígeno,
un salto minúsculo del tiempo,
un temblor de girasoles
esparcidos en el espacio,
un escalofrío de llama y nubes,
mariposas crepusculares
enlazadas al borde de un acantilado.

Tu definitiva ráfaga de vida
calma con su calidez nocturna
mi deseo y mi llanto.

Dime, amor, que esta noche

Dime, amor, que esta noche 
abrirás el mundo por la mitad
y beberemos juntos los jugos 
del espacio,
mientras me hablas 
de las constelaciones 
y las teorías del universo 
y yo te susurro besos cultivados
por nuestros antepasados.

sábado, 6 de agosto de 2016

Tarde de verano

Un sonido de mis muslos
contra tus muslos,
un lugar común 
de mi lengua y tu lengua,
un compartido horizonte
para que nuestras manos jueguen,
una luz de universo 
que nos pertenece,
un nudo de mar y flores,
un beso en mitad del tiempo
que lleva imborrables
nuestros nombres.

Barceló Marbella

La piscina se desnuda conmigo
y te envolvemos de verano.

Un bucle de música chill-out
nos atrapa only adults
y danzamos fugaces
bajo una intensa luz de cielo.

Todas las horas son azules,
si me besas;
pasan despacio
y vuelven sobre sí mismas,
circulares.

No llevo pulsera,
pero todo lo que quiero
está incluido:
tú, el buffet libre de tus labios
y una cama 2x2
esperándonos impaciente
frente al espejo de la upgrade junior suite.


Enlace a página web del Hotel Barceló Marbella

jueves, 4 de agosto de 2016

Muerdes mis muslos con las manos


Muerdes mis muslos con las manos,

enfadado

con la Historia,

con la Selección,

con los resultados electorales.


Me doy la vuelta

para comprobar que no te has ido,

que permaneces.


El mundo es demasiado raro para estar solo.


Sí, mañana encontraré como siempre

tu saliva reseca a lo largo de mis piernas,

marcas de tu hambre en mi cuello

y un beso de cuerda

atando mi deseo contra el suelo de mármol.


Como siempre.

Lago de estrellas

Tu cuerpo es el lago de estrellas
en que deseo sumergir mis noches.

Siento luz oscura
y calma inquieta.

Un impulso de océano
me lleva una y otra vez
a tu boca.

Mosto de nubes
se macera en mi lengua.

Te recorro
con sueños y caricias
hasta encontrar
el origen de mi vida
emergiendo entre tus piernas.

Y descubro en ti
el sabor oculto de la luna
cuando en mi garganta
sube tu marea.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Mar pétreo de Sísifo


Una brújula invertida
señalando tu ausencia
como único destino de mis labios.
Ése es el lugar adonde irán
a morir mis abrazos:
mi cementerio suspendido de elefantes.

A veces caen los huesos de algún recuerdo
y se me clavan como un dardo somnífero
en el alma deshabitada.

Otras, el polvo ya de una olvidado beso,
se me mete en los ojos
y vuelvo a verte sin querer
ni pronunciarte.

Y grito, siempre con tus verdades
atravesadas en los hombros,

pesado mar pétreo de Sísifo.

Yo te arrastro mar adentro,
y una ola te devuelve a la orilla
para tener que olvidarte de nuevo.

Acariciarte


Una luz callada
va subiendo por mis dedos
y se hace más clara,
más intensa y tangible
cerca de tu cuerpo.

Acariciarte
es
remover las estrellas,
extender el mar,
agrandar el espacio,
concentrar aire dentro
de las unidades de tiempo,

es mirar atrás
y sólo verte a ti,

es vivir con las manos,

es suspirar por las mañanas
y expulsar de mi alma
un vacío caducado,

es soñar con islas encontradas
en las nubes,

es un nítido desierto de agua,

es rozar la perfección,
comprender el universo,
descomponer el futuro en recuerdos,

es dejar de ser yo,
casi ser tú, amor, cuando te toco
y esa luz callada alza la voz
para envolverlo todo.


lunes, 1 de agosto de 2016

En el cielo de tu abrazo


En el cielo de tu abrazo

siento luz y me hago rosa.

A tu espalda me enlazo

y mi alma inquieta reposa.


Es mi pensamiento un río

que a tu corazón me lleva,

un alado escalofrío

que sobre el sol me eleva.


En tus ojos nace un nuevo mundo,

por este amor, estremecido.

Me preguntas: ¿me has querido?

y mi respuesta es un suspiro muy profundo.

Tumbada en una estrella para templar mi alma


Tumbada en una estrella para templar mi alma,

arde mi cuerpo en la impaciente espera de tu beso.


Cuento nubes.

Los dedos se me enredan con las lianas del espacio.

A veces salto y llamo al sol por su nombre de pila.


Ese invisible puente roto lleva a tus labios.

Cierro los ojos.


Me lanzo

al vacío

de tu boca.


En la Tierra se oye mi llanto de saliva.

Y mi lengua

sigue contando las nubes...de tu cálida luna roja.