miércoles, 30 de noviembre de 2016

Vapor de un lienzo de Matisse

DANZAN uvas de lluvia en la iluminación natural de Pompeya.
Un grito de ojos verdes abandona su cueva
y se dirige al movimiento callado de las nubes.

¿En qué flor muere el mar cuando tus labios evitan el infinito?
¿El sol es un intento de huída del calor del planeta,
un refugio anegado de amarilla hiedra?

Tus manos flotan en un globo hermético de sueños.
Yo juego a que mi vida nace en la extraña voz
de tu ombligo.
Las rosas de mis hombros esperan delicada poda.
Cuento los sobresaltos de tu cintura
cada vez que te muerdo.
Olas rojas rompen aceleradas en una orilla redonda.

¿Es posible dejar huellas en alambres de arena, delgada onda que sostiene el futuro retroactivo de mi existencia?

¿Y si amanece
y tu cuello respira en mis dedos 
y la luz se vuelve volcán en la ventana abierta
y el mundo se desplaza horizontal debajo de tus pies
y yo miro el aire para atrapar espejos vacíos 
y la música del lago florecido suena en los besos del agua
y la luna se reduce a gota de sangre circulante
y la estrella fugaz por fin se posa
y una lágrima de tierra vuelve a su escondrijo
y tú me llamas amor con el sonido de tu nombre
y el universo es una fresa madura
en el que nuestros cuerpos se hunden juntos
y las algas blancas de tu latido acarician mis senos?

DANZAN rayos de algodón dentro de mi pensamiento.
Se fugan las hojas vivas a un país sin otoño
donde el suelo es crecida paz suave
y los peces suben a trepar trenzados árboles azules.

¿Tu piel es la respuesta de todas las alas,
el lugar humano al que emigran ángeles, aves y esporas?

¿Y si anochece y tu aliento
es vapor de un lienzo de Matisse
uniendo tu boca y mi boca?



domingo, 27 de noviembre de 2016

Soplo de arena íntima

Dejo caer en mi tobillo izquierdo un híbrido átomo de luz y saliva, para que me lo arranques con los dientes y respires mis huesos, como solía hacer yo en tus nudillos, cuando amanecía septiembre.

Descuelgo abrazos de la nube de siempre, la que contiene el mar en estado de flor y se mueve en los márgenes líquidos del universo.

Te busco en mis ojos: la unión de tu risa y mi párpado. 

Es tan hermosa la cuidad cuando pienso en ti y en la eternidad y la voz del tiempo es un puente hacia tus labios...

Amor, ¿me besarías con el protegido tacto de tus manos? Tus dedos podrían soñar dentro mía con encadenadas olas de mariposas blandas y yo impregnaría el símbolo azul de tus huellas existenciales con el cálido soplo de mi arena íntima.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Noche turquesa de corolas marinas

Abres mi silencio cerrado, rosa de mar
que olvida su pasado de murciélagos.

Se estremece, despacio, el cielo anidado en mi nuca
(anhelo curvado de lo tangible e inmediato).

Me agarro a tus pies para retomar mi vuelo nocturno,
dentro de volcanes sumergidos en polen volátil de pájaros.

Me deslumbra el aire iluminado por tus ojos

                [¿Cuál es la nueva unidad de medida de la luz:
                ola, brisa, rayo...?
                ¿En qué coordenada del Triángulo de las Bermudas
                desemboca el sol,
                - cascada de pétalos que desobedece
                a las leyes antiguas de la Naturaleza - ?]

Caen las kamikaces hojas de los árboles
y florece un lago en sus fértiles huellas de tierra.

Me abrazas. Aparece el último reducto de la sociedad no capitalista:
                                               tu beso;
una circunferencia de relámpagos atrapa
                                               la constante 
de tu cuerpo en mi cuerpo.

Estás en todos los sueños de mis manos.

Tu piel me eleva
a la noche turquesa de corolas marinas.

Huyo del Tiempo
subida al esperado racimo blanco de la vida.

                Amanece
                en el agua caliente
                de una estrella oscura.

Alejada de mí misma,
- materia encadenada
al oro líquido de las alturas -
miro de nuevo tus ojos

y vuelve a deslumbrarme
el hambre de la luna.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Dolor del agua





Me preguntaba cómo sería el dolor del agua...

                Una alta concentración de algas, 
                una luz que se pierde en el fondo
                del mar,
                la sensación de fin en contacto
                con la roca, la tierra, la nube.
                
                Un tornado del cielo
                hundido en olas tranquilas,
                una voz triste soplando barcos de vela,
                el horizonte partido por la mitad
                cayendo
                en un nido vacío.

Ese dolor del agua sienten mis lágrimas
cuando tus manos se ocultan en la órbita
de Júpiter y un frío de hielo transplanetario
invade mi alma.

martes, 22 de noviembre de 2016

Desorden del ocaso

Beso las líneas imaginarias de tu espalda, apretando mis piernas contra el hueco que tu silueta deja en el molde de la nada. Me enredo en tu pecho - la oscuridad es blanca - Hay flores que persiguen el inicio de tu cuerpo, la vida nocturna de tu saliva, el ser de fuego que impregna luces y sombras y círculos abiertos. Clavas tu lanza elíptica, de estrellas y corteza de árbol, en mi expansiva onda de agua.

El sol baja despacio. Cierro los ojos y veo cruzar pájaros de extremo a extremo del horizonte - desorden del ocaso - y tus labios con su sed roja de llama, traen a mi piel un lucero de perlas y un universo que vuela sin tiempo en las alas.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Eclosión

Desatas la procreación de mis voces íntimas, los lazos del tacto sobre mi piel de brisa, el escalofrío ondulado en cada una de mis partículas.

El alba busca las palmas de mis manos con la claridad de tu lengua. El cielo nos rodea con su incendiado aro. La luna se posa en mi inquietud, se mueve, me arquea, me lleva al sol en un eclipse compartido con Saturno, me lanza hacia ti, me enreda en el alto tallo de nubes floridas, me echa a volar entre luces de mediodía, me baja a la estrella durmiente, silba su calor azul sobre la ofrenda boreal de mis muslos. Y muero de espaldas a la Antártida, en la eclosión universal del origen único.

Ya no llueve alquitrán detrás de la montaña de arena malva, hambrienta de orillas. Estalla la música en las grutas que atraviesan mi cuerpo formándose infinitas y desiguales estalactitas.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Mundo-ausencia

Cae sobre mis muslos abiertos una lágrima atemporal humedeciendo el íntimo recodo de mi fuego.

¿Es libre la existencia cuando tus alas me vuelan de puntillas y yo vago como una amapola perdida entre tus brazos?

La luz se recuesta en hilos de hiedra-pentagrama. La música crea sus números y descanso en la visión prolongada de infinito, en la brisa solar y sus ráfagas celestes sobre rectangulares olas de mar.

Amor, la tarde es larga, de sonido oscuro. ¿Dónde están las águilas blancas? ¿En qué isla de qué planeta?

No sé huir de tu boca. No conozco la luna de almendros y me quedo ausente bajo los anillos derretidos de Júpiter esperando la aparición de un nuevo cometa.

Sigo sintiendo hielo en las garras, las flores hundidas -raíces de pétalos- , el humo amarillo que se eleva ante la ceguera del cielo.

Amor, la noche es larga. El violín de jazmines no llega. Se ha estancado el velo del volcán ondulado en el centro de la Tierra.

El alfabeto de tu beso se apaga. Ya han llorado las vocales en mis labios. ¿Cuántos pájaros heridos caben en un alma? Respiro. Miro el horizonte magenta. Déjame el soplo de tu caricia en mi aliento, que la vida sin ti es larga (sombra de la rosa, nieve sumergida) y voy a necesitar el eco rojo de tu pulso (mundo-ausencia) calmando el rítmico dolor de mis muñecas.

martes, 8 de noviembre de 2016

Muerte geométrica

La mariposa de fuego abandona tus labios y se sumerge en la tierra para beber el milagro del olvido (hielo y siglo).

¿Es posible encontrar la vida en la muerte geométrica de tus manos? El color hundido en la forma. El sol impermeable a las hojas caídas de la luna.

Siento el dolor rojo de tu caricia en las nubes anchas de mis muslos. La tristeza del tacto. Los volcanes de agua expulsan glóbulos de espacio y estás más lejos que nunca. La distancia ha vuelto a reinventarse en tus ojos. Mi lengua juega con la nada a recordar cómo eran los besos invisibles en mi espalda.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Adivíname




Adivíname la caricia, a qué parte de tu alma irán mis manos para tocar el mundo y sentir el origen del espacio en mis venas, fluyendo, como paloma roja que vuela en su ilimitado viaje.

Déjame en los labios el jardín blanco de la luna, para respirar la atemporalidad de las flores y ser fugaz y eterna en tu beso

[néctar de cielo, 
pequeño sol dentro de la hoja, 
vértigo líquido en el núcleo de la Tierra, 
búsqueda de la paz en las alas de un estanque].

Llévame al centro de un suspiro, que mi voz nazca del anhelo de tenerte en la mañana de aves tranquilas, junto al universo celeste de estrellas.

Y dame ese abrazo único que deshace el tiempo: divide en segundos tuyos el resto de mi vida.

I. Tu piel es de agua y yo sueño


Tu piel es de agua y yo sueño. Besas los puntos cardinales de mi espalda y me curvo hacia ti como un océano en vuelo.Tienes la saliva caliente. Tu calor se entretiene en mi cuello. Me despisto un segundo (mirando tus ojos) y cambio de universo. Allí también estás, entre mis piernas, acabándote la duna húmeda de mi desierto.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Salvaje y roja


La luz, salvaje y roja, está llena de tu lengua.

Liberas mi fuego, mi vuelo enjaulado en el aire. El sol ya juega en el centro de masas de mi cuerpo, para que ardas si me tocas. Si me piensas, renace en mi ombligo un ala de mariposa prehistórica y tiemblan mil estrellas redondas.

Se enredan flores azules alrededor de mis muñecas ¿o es el cielo posándose en las corolas vírgenes de todas mis células? Siento tu respiración.

[Proyecto en ti todas las cualidades del Hombre y eres dios subiendo a la montaña para negarse a sí mismo]. La vida es el estallido de un jardín naciente.

El sonido líquido del mar se balancea en el movimiento de mis caderas. Mi íntimo suspiro contenido se extiende contigo hasta ser volcán o meteorito.

Mis manos acarician tu espalda. Quiero abrazarte antes de emigrar al infinito. Hay pájaros fugaces encendiendo la noche de la galaxia. ¿Ves morir a Saturno detrás de ese átomo empequeñecido?

Bésame, amor mío (la distancia es tan irreal como la eternidad que sentimos). Roza mis labios con la voz única de tu alma y déjame llorar una gota de tu aliento entre mis innumerables lágrimas.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Sin ti



Mi cuerpo es un tobogán vacío, lluvia interrumpida antes de caer a la tierra, caricia atrapada. Siento tanta soledad sin tu saliva en los muslos... un movimiento de tus dedos detenido en la agonía de mi nuca, una pausa seca en la libre expansión de mi deseo. No estás y vago dentro de una burbuja de luz oscura entre la perpetuidad de las estrellas. Intento escapar y alcanzarte con las plumas caídas de mis manos. Pero el Tiempo se interpone. Es noviembre y nosotros somos la fantasía de un verano anaranjado de pájaros.

martes, 1 de noviembre de 2016

Infinito

Sucesión del amanecer y tu abrazo,
tornado de nubes dormido
en tus ojos,
amapola de viento
en la dulzura del horizonte,
danza de rosas púrpuras
en la orilla de un espejo,
voz nacida
en azul colmena submarina,
suspiro pronunciado en el pulso
de un pétalo,
relámpagos de luna encendida


y un beso de tus labios.