miércoles, 22 de marzo de 2017

Una nueva vida

Tu voz en mi voz, como un rugido del tiempo


Tiembla el espacio entre tus ojos y mi cuello.
Te he buscado tanto... 
¿En qué latido estaba tu pecho? 
Miré dos veces dentro de las nubes.
Te imaginaba etéreo, con un pequeño nido en el sol:

tu fuego,
la noche tomando aire en tu espalda,
el cielo doblado con tu respiración dentro. 

Quise probar las alas del mar
y sólo fuí un lugar desierto. 

Hay vuelos eternos.
En tus brazos acaba mi llanto y nace el recuerdo. 
Estás en el origen de mi pensamiento:

luz de cada idea, sombra del viaje.

Nunca he sido tan honesto como ahora, 
frente a tu cuerpo desnudo, 
con todos los miedos en las manos 
y mi alma soñando
con empezar una nueva vida
en tu lengua.

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