sábado, 8 de abril de 2017

Llega el día


Llega el día y con la luz, la distancia y la pérdida. Trato de corregir el azul del cielo y la voz del mar. Si todo es silencioso y oscuro, me siento como en casa y puedo vagar dentro de mi alma, desdoblándome. La nada juega un papel importante en la mañana. Descifrar el vacío junto al zumo de naranja ayuda a relativizar las cosas. Aún eres estrella que alumbra la quietud de mi sombra. Me queda un milagro en los ojos para seguir olvidándote (el destello solar de la supervivencia). El salón se esconde. Y desaparezco encima de la mesa, como una mota de polvo más, que renuncia al peso inerte de la naturaleza.

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