lunes, 8 de mayo de 2017

La ofrenda perdida

Si ya no recuerdo 
las esporas del último encuentro 
y el deseo se queda quieto y virgen 
en la espera de otro abrazo, 
quizá no sea yo misma 
y sólo lleve en las manos
palomas dormidas,
silencio de fuego, dolor de mayo. 

2 comentarios:

  1. "Dolor de mayo",
    le crecen limoneros a los pájaros.
    La simiente no encuentra
    dónde cantar las ganas de sus brotes
    y sin amargo lucha
    para encontrar la tierra prometida
    de otros soles de mayo que no duelan.

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