domingo, 25 de junio de 2017

Bosque de silencio submarino



Otra lágrima más y se vacían todos los objetos del mundo en mi garganta. Siento ese dolor material que deja inmóvil la rosa nocturna del alma. Hubo un fuego que sobrevivía al invierno y ahora se muere como una hormiga sin lugar en la corteza de un árbol. Tantas palabras, y la vida es una realidad contenida. No hay marcha atrás cuando se intercambia la piel por el mar: sólo puedo respirar agua de otros, mientras mis huesos habitan un bosque de silencio submarino.

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