lunes, 2 de octubre de 2017

A bocajarro




He consagrado mi vida a tu recuerdo.

Triste, miro cómo caen palomas gigantes

sobre el río ¿o son balas que atraviesan

el agua, a cámara lenta, con el sonido de tu nombre?.


No sé si algún día

volveré a ser la misma que danzaba

alrededor de tus carcajadas,

con ese pequeño dolor de la finitud

en el costado.


Me siguen temblando los dedos

y no puedo desprenderme de tu caricia.

El suave grito de tu existencia

está impregnándome el cuerpo

del olor de tu sangre.


Te quiero como más duele: a bocajarro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario