miércoles, 18 de octubre de 2017

Llamada perdida


Fuí a la peluquería
a ponerme el pelo rojo
a juego con el volumen de mis labios;
ni muy largo ni muy corto,
- como a ti te gusta -
para que los lunares de mis hombros
estén a un solo paso de tu lengua.

Llegué a casa
y ví una llamada perdida.
Enseguida reconocí tu prefijo:
959.
(Casi un millar de cosas por hacer
que nunca hicimos).

No devolví la llamada.
Es más fácil la vida
si sigues estando en todos mis sueños.

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