Voy a tocarte
hasta que se paralice mi cuerpo
y sea tangible el sueño.
Ya no es efímero
el color de tus labios,
ese suave rosa de lluvia.
La ciudad transcurre lejos...
El ruido se debilita
y sólo oigo tu voz
moviendo estrellas
encima de nosotros.
Me traes el vértigo de la luz.
A veces lloro
cuando te siento.
Todo ocurre por algún motivo,
así que debes seguir besándome
para vencer juntos al destino
que nos observa.
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