Quisiera dejar atrás las luces de las flores, huir de lo visible y venir a condenarme en tu boca.
Va a arder un sol de agua entre nosotros.
Quedamos sometidos al ritmo sísmico de la tierra y se nos mueven los cuerpos; casi somos pájaros, o música. No me abandones en este vuelo sonoro del ser humano.
Necesito sentir la frondosidad de tu vida cayendo en mi regazo.
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