sábado, 18 de noviembre de 2017

Premonición



Voy a curvarme, me mueve la premonición, intuir tu beso en el extremo, casi fuera de mí misma, entrando en ti. Soy toda lengua consciente. Sabes a madrugada, aunque el sol esté tan alto que duelan los labios.

Te abrazo, como un lazo que inmoviliza el aroma. Te ofrezco una guirnalda de caricias, el calor creciente de mis dedos. 

Susurro versos inacabados: "el mundo es una vendimia de rosas, el jugo del deseo debajo nuestra".

Y en ese momento de desesperación, pierdo parte de la vida, soy sólo luz que vuela. Me atrapa tu efluvio de uvas, vino que se desliza por mi boca hasta llegar a mi memoria. Y te beso para recobrar el equilibrio. Tu saliva ya me corre por las venas.

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