sábado, 31 de marzo de 2018

Victoria mojada



Toda la luz del mundo
se nos cae encima
cuando irrumpes
con victoria mojada
y me das la vuelta
para amarme
en el antónimo de mi
matriz.

La luna-cebra


Como un mar que me roza
por dentro,
llega tu caricia,
despacio,
cuántas olas en los dedos
cuánta sal azul en el aliento.

Nos alumbra la luna-cebra
desde allí arriba con su ojo
blanco.

Y te imagino mientras te beso,
para no perder un instante
en otro pensamiento que no seas
tú.

Tus manos cruzan mi vida
de luciérnaga caótica,
mueves nubes
para que el cielo quede violeta
sin más,
como un suspiro del color.

Y avanza el deseo hasta
que mi cuerpo oye
el último gemido del vértigo
y nos invade la calma sagrada
de la divinidad.

viernes, 30 de marzo de 2018

Te esperaba



Te esperaba y la noche
se llenaba de naranjos,
el aroma
no me cabía dentro
del pecho
y el recuerdo de tu voz
me sobresaltaba
como un latido de estrella,
fugaz y caliente,
en el caudal de la sangre.

La danza de las abejas



Hundes el mentón
en mi pétalo vivo
y sientes el hormigueo
de un río que se evapora.
Me fermentas
con los labios,
soy materia nueva,
amor orgánico,
sol o suspiro de selva.

Me cubre el descanso de la flor,
pero me retornas de tanta
quietud bendecida.

En mis muslos comienza
la danza de las abejas.

Muerdes sobre mi frente. 
Sé que vas a llenarme de naturaleza.

Bonsai crecido


Me arrimo a tu ingle
y miro con las manos
el bonsai crecido.
Tomo la voz del tamaño
y soy luz o boca
para todo tu cuerpo
que se agita como rama
de cielo, elevándose.
Y se me une.
Y esta vez no huyo,
me quedo en el movimiento
trepando contigo
hacia la llegada del agua.

jueves, 29 de marzo de 2018

Noche de estrellas sumergidas


Sin darnos cuenta
se alinean
nuestros cuerpos
y nos amamos en este ahora
que nos duele tan adentro,
con todos los gusanos a punto
de ser mariposas.
En medio de la transformación 
te abrazo
y vas sintiendo el aroma a hierba
de mis alas.
Voy a besarte, pero no dejes nunca
que abandone mi ilusión de nube,
sólo ábreme para extraer la lluvia
con dedos o alma.
Después le pondremos nombre
a lo nuestro.
Quizá el paso del tiempo sepa definirnos.

miércoles, 28 de marzo de 2018

La ciudad


La ciudad sucede
hacia dentro
como una maleta
cerrada a empujones.
Los puentes y los tejados
me hablan de ti;
ése es el peor olvido:
la arquitectura impasible
preguntándome por tus ojos.

Entre cuerpo y universo


El calor me ha desvestido
y soy un fruto desnudo
en tus manos.
Bebes de mis ojos
el tiempo,
otra vida.
Llega la música del sol
abierto
y te abrazo hasta que el mar
suena distinto.
Lloro por el cambio de estación
como si jamás fuera a volver
el invierno y mi aliento tuviera 
que olvidar
la nieve roja de tus labios.
Tu voz me está matando de
silencio. Ámame en el límite
entre cuerpo y universo,
en ese lugar al que regresamos 
para reconocernos.
Deslinda conmigo 
la huída de los astros hacia 
un planeta nuevo.
Se iluminarán las luces del mundo 
que nos quedan adentro
entre la sangre y el deseo.


Yegua


Mi voz es una yegua que cabalga
en tu sexo, hay palabras que sólo
se pronuncian con la saliva.

Entorno los ojos para presentirte
en la trastienda habitable
de mi deseo. 

Enciendes para mí 
tu sol de rama blanca 
y me vuelvo salamandra extendida 
sobre tu cuerpo.

¿Quién quiere volver a ser humana 
después de besarte? 

martes, 27 de marzo de 2018

Imparable


Es imparable el suspiro de mis dedos
cuando pienso en ti
en la noche de agua templada.

Te imagino mirando por la ventana,
contando los cielos que caben en una estrella.

Y te siento como si me anduvieras en el verso
cuidando el silencio de la palabra.

Es imparable el deseo
cuando pienso en ti
en la noche de agua.

lunes, 26 de marzo de 2018

Señales de humo


Ya me ves, cómo he acabado,
con señales de humo
en los ojos para distorsionar
la realidad y no recordarte.
Camino con dificultad,
pero no importa.
A tientas también se vive
y se sufre menos.
El problema, ahora,
es que he desarrollado 
el sentido del tacto
y sé identificar
tu sombra en las paredes
de la ciudad.
Voy a tener que dejar
de pensar en ti
de otra manera.

Todavía


Todavía me dueles
en el estómago
como una luna encendida
que no sabe alumbrar.

domingo, 25 de marzo de 2018

Será tu beso


Será tu beso un himno del sol
en mi hombro,
la pérdida de voluntad de mi piel
alrededor del hueso que te proclama
sobre todas las formas y voces.

Me dibujarás de luz 
como un amanecer en el infierno
con el fuego fortalecido
entre tus labios.

Me cantarás la huída de tu carne
hacia su ser más líquido
y yo te sentiré
en el renacimiento de tus manos
cuando me eleven
por encima de nosotros.

Ya veo ese Planeta de Mar,
masa azul que flota
en la vida infinita del espacio.


Pirámide de agua


Acercabas tu pirámide
de agua
a mi ombligo
y buscabas en mi cuerpo
los símbolos de la eternidad,
la flor ocre.
Tu boca jugaba conmigo
a las adivinanzas
y yo me dejaba descubrir
en aquellas noches de sábado.

Había un reloj de sol
en tu pubis, marcando
un tiempo inútil.

La ilusión de mil hormigas rojas
nos devoraba
como si fuéramos
un bosque huérfano.

La luz nos lloraba dentro
hasta que se nos salía
por los ojos.

No podíamos escapar de
la vida. Nos perseguía en
cada beso.











viernes, 23 de marzo de 2018

SOLEDAD


Una luz encendida en la ventana
de enfrente,
una larga tanda de anuncios,
el atasco de las tres de la tarde,
el llanto de un niño
al final de la calle,
el cielo violeta,
la voz del mar sin olas,
el viento que hace daño
en la lágrima,
un banco recién pintado,
el crepúsculo transparente,
mi cuerpo desnudo entre las sábanas.

Negra luz


Hace tiempo que velo tu caricia,
mientras la noche continúa
atrapada
en mis labios.
Te hablo con mi negra luz,
pero no me oyes el beso
ni las ganas
de adentrarme en tu sombra
sin ropa y sin miedos.
El calor no se extinguirá
en el choque de almas
bajo la lluvia.
Tú y yo
y el relámpago de siempre
como fuego que ladra
entre rosas rojas.

Más oxígeno


Hay más oxígeno en el planeta
y sin embargo me respiras sólo a mí
con la voz tan abierta que devoras
todos los sonidos de alrededor.

Me contaron que así nace el silencio.

VIDA


Cuando te miro
tu luz parte el dolor,
arrasa,
cubre
y con la pupila cegada,
blanca,
intento besar la luna.
No está tan arriba,
casi a nivel del mar
como una ola redonda
o una boca que grita.

Amor, cuando te miro,
una onda de sonido
abandona el planeta
y tu nombre
coloniza Marte.

Debajo de los puentes


Sin ti
viviría debajo de los puentes
con las rosas clavadas
en los dedos
como cristales, como sangre.
Andaría tan debajo de tierra
que nunca más vería la orilla
o una estrella.
Soplaría para mover el Sistema
Solar,
arrancaría de raíz montañas,
el viento.
Y te llamaría
hasta ser eco en tu fémur.

martes, 20 de marzo de 2018

Demasiado pronto


Te has marchado demasiado pronto,
cuando tus manos aún eran
el reflejo de mi caricia imperfecta.

Tuya desde dentro


Cómo me gustaría llorar en tu regazo
mientras acaricias mi nuca
y predices la próxima vendimia de estrellas;
como si en tu cuerpo no hallara ya
todos los licores que necesitan mis dedos...

Sería un llanto de hormiga, pequeño,
que se te metería por los poros
hasta hacerme tuya desde dentro.

Quizá así entenderías cómo me siento,
cuánto dueles en el umbral de la madrugada
o cuando amanece
y te busco en cada lugar invisible.

domingo, 18 de marzo de 2018

Danzo en tu dedo


Danzo en tu dedo
se me desborda la luz
bebes mi lágrima
con la dulzura
de tu voz
y me elevo dos pétalos
por encima del mar.

sábado, 17 de marzo de 2018

"La casta Susana"


Mar de dos únicas olas,
bicéfala luz
que me ciega
la vida de las manos.

Te acaricio y comienza
el viaje interior
por el volumen.

Renazco buey
que tira del peso del mundo
hacia el reflejo
de tu vientre florecido.

Descubro jardines secretos
en tu aliento.

Dices mi nombre
y traes las ofrendas
del sonido.

Soñará mi sombra con tus muslos.

Querré visitar el caos refugiado
en ti. Seré llanto que vuela.

Rodeo tu cuerpo con un lazo
de sol verde, me iluminas,
me gritas dentro.

Acabo de perderle
el miedo a la muerte.

He vuelto a sentir


He vuelto a sentir tus ojos
como si no hubiera
kilómetros entre nosotros,
   un océano,
   algo de tierra,
   mil pájaros.

Necesitaría abrazarte,
podría ignorar una última
vez
el verde vuelo de tus manos.
No sé separar la sonrisa
de la lágrima. Tanto dolor
y amor en el recuerdo.
Te besaría. Aunque el alma
se me rompiera
en tus labios
y se oyera el estruendo
en cada flor
de la península.

A veces te imagino



A veces te imagino
dentro de una gota de lluvia
resistiéndote a la gravedad.

He despejado mi nuca
para la llegada de tu beso
nuevo,
ése que procede de la primera
caricia,
zumo de ola dulce
en mi cuello.

El espacio te acerca
y soy voz hundida en tu boca.
Hacia tu saliva van
todas mis palabras.

Prohibido suspiro



Me llegas en la mañana
y retengo el prohibido suspiro
en la garganta
para que no se mezcle
con el aire exterior.

Te echo de menos.

La respiración deja de ser mía
y deambulo
entre muelles y aeropuertos.

No sé hacia dónde ir sin ti.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Todas las fieras


Has conocido el olor virgen
de mi herida,
la flor/grito que nace
de la fragilidad.
Mi escasa luz
procede de una noche anterior,
tan lejana que no le pongo voz.

El aullido de una piedra
queda atrapado
en la elasticidad del espacio.

Cierro los ojos
y vuelvo a buscarte en el aire.
Todas las fieras de mi cuerpo
múltiple se unen por y para ti.

Catarsis



A media tarde te ilumina
la costumbre
de la ventana
y llora en tu cuerpo
la penumbra,
el desahogo póstumo
de la vida.

No hay sombra
en tus músculos,
tan sólo impulso
y voz,
la sangre hilvanando
el movimiento.

Y me tumbo
en la parte de arriba
de tu latido
para prensarte
entre mis brazos
como una uva
derramada
de sol a sol.

Fotografía de Emilio Jiménez










Desierto azul


Antes de ti
fui desierto azul
debajo del océano,
luz seca aún en danza.
Te vi,
en aquel lugar
frecuentado por destellos
de vida blanca.
Iluminabas mi voz.
Y ahora estás en los
fonemas de mis palabras,
mostrándome
el nuevo lenguaje de la Tierra.

Cuando no estés


Cuando no estés
y el agua
sea dolor evaporado
y sólo pueda beber
de los charcos
y mirar estrellas  
que huyen de su luz.
Cuando no estés
y cuente 11 en mis dedos,
lo indeterminado del mundo.
Qué haré cuando me despierte
en el asiento de atrás 
de un bosque 
y no sepa encontrarte
en ninguna hoja,
en ningún sueño.

Fotografía de Emilio Jiménez 

martes, 13 de marzo de 2018

Fotosíntesis


Es estrictamente necesario
reconducirme 
hacia el escalofrío del roce
mientras tiembla el cuerpo
bajo las últimas estrellas fugaces.

¿Ves qué hermoso es quererte
de esta forma irremediable?

Te haces árbol en la cavidad
de mi deseo, siento tu naturaleza
respirarme dentro, 
moviéndose de Este a Oeste
como un anochecer
que se desprende del cielo.

Fotografía de Manel Molina 

lunes, 12 de marzo de 2018

Hormigas y saliva


Despego
con la voz desplegada
del gemido
hacia los dos nidos
de tu cuello,
alli llevo un sol
de hormigas y saliva.
Soy parte de tu agua.
Me pertenece la salpicadura.

Fotografía de Manel Molina

Nave nodriza


Vienen de otro mundo
tus labios blancos
con voz de nube
y beso que permanece
sobre un mar que piensa
en volver a su infancia
de río.

Siempre miro hacia arriba,
con vértigo
en alma y pulso,
para sentir tu llegada
expansiva
como quien nace
en una alfombra mágica.

Amor, aún tienes en mi
cuerpo el vuelo de las
alúas. Aparece para ti
al final de la lluvia.


Fotografía de Manel Molina

Mañaña llueve



El vacío
dentro de la voz,
abriéndose,
callándome.
No existe paz en la noche.
He sentido el sonido
de los buitres
alrededor de mis dedos
arrancándome caricias.
Queda el dolor detrás
del deseo,
la marca de mis uñas
en los espejos
cuando trataba de olvidar
tu imagen.
Tu recuerdo es como una
vieja lesión,
noto en los huesos
cada vez que cambia
el tiempo.
Mañana llueve.


Fotografía de Emilio Jiménez.

sábado, 10 de marzo de 2018

Me invade la tristeza


Me invade la tristeza,
tanto azul detrás
rompiéndose en las olas...
El mar se reinventa
sobre sí mismo
en otro nivel
de la experiencia,
hacia arriba
como ascenso y duelo
a la vez,
¿no es eso el presente
cuando pienso en ti?
Llegará la primavera
con tu recuerdo
y menos viento.
A ver qué excusa me 
busco entonces 
para llorar 
en esta noria imparable
de echarte de menos.

Fotografía de Emilio Jiménez 

Hasta humillarme


Hasta humillarme
en la espera,
te hago submarino
de mis labios,
aporto oxígeno rojo,
da igual de dónde parta
el movimiento,
si es en tu brazo
o en tu vientre,
cúantas serpientes
matas en mí
con veneno de algas,
me apresuro
al hallazgo,
tráeme el dolor saciado
del agua,
divulga en mí tanto presagio
de ausencia y partida.

Fotografía de Emilio Jiménez.

Mirarte


Mirarte ha dejado de dolerme
en los dedos.
Por fin le he ganado
la partida a la necesidad
de la caricia.

Fotografía de Emilio Jiménez

viernes, 9 de marzo de 2018

La flor turquesa de mi tatuaje


Presionas los dedos 
al final de mi espalda, 
se mueve en tu boca 
la flor turquesa de mi tatuaje, 
ahí está la fragancia que buscabas,
oculta debajo del aire. 
Me recorres 
como si el olfato fuera 
el único sentido que nos quedara.
Yo me trenzo
para no desaparecer otra vez 
mientras me acaricias.
Se me desordena el cuerpo, 
pero tú siempre sabes encontrar 
el nido donde te esperan los pájaros. 

martes, 6 de marzo de 2018

Todo círculo


Todo círculo me empapa,
quiero ser atravesada
por el aire y el sonido,
abandonar mi vida de cisne
entre tus brazos,
no me queda dulzura que
ofrecer a tus labios,
ni tan siquiera el vaso
medio vacío de miel.
El tiempo se me cae
de los bolsillos, no tengo
el minuto eterno
en la lengua para amarte
el costado. Cuido de tu
latido con mi pensamiento
descuidado. En la noche se
me cruza el vértigo
con el deseo/sueño.
Me gusta verte aparecer
desafiando
el concepto de estética.
Y reirme en tu mano,
forma sonora de la caricia.
Se nos ha quedado pequeño
este hemisferio.
Emigraremos juntos.
Veremos desde arriba
la lluvia del planeta.
Es hermosa esta sensación
de amarte
con el pasado en el estómago.

Fotografía de Emilio Jiménez

Silencios


Crece tu ramo
dentro del asombro entornado
de mi boca,
me repliegas para llevarme
camuflada de saliva,
deslizante
entre tus dedos
y en tu voz que lame
a ciegas, desesperada
por un sonido más
de mis pechos
contra el que apretarse
frente al infinito azul de lluvia.
Detesto la apariencia ruidosa del mundo.
Los dos sabemos que la piel
está hecha de nuestros silencios.

Fotografía de Emilio Jiménez

Oscurece y tu gesto desnudo


Oscurece y tu gesto desnudo,
como un sol abierto por arriba
para ser bebido,
seduce las líneas de mi cuerpo.
Renuncio a la sombra
y lanzo gramos de luz 
a tu boca
con los labios aumentados
por la ingravidez del beso
y la esperanza de tenerte
sobre el cielo, como aquella
vez que fuimos águilas.

Fotografía de Emilio Jiménez

Abecedario de lágrimas

"Aún secuestras mi nombre"
José Manuel Fernández Febles


Un abecedario de lágrimas
en las caderas
frenando la llegada de la luz,
sólo esplanada que irrumpe,
ausencia de mundo y voz.
Dejo de ser,
la vida
se derrama hacia atrás,
estela levadiza
de azucenas
entre tú y yo,
entre el amor y yo.

Fotografía de Emilio Jiménez

domingo, 4 de marzo de 2018

Me encontraste


Me encontraste
con la lumbre herida,
sobre un sol 
de núcleo helado,
viviendo el escalofrío
desde dentro,
con las entrañas partidas
por un deseo impronunciable.
Deshuesamos el vino
hasta extraer
sudor y rabia
por querernos tan arriba, 
siempre se nos quedaban
los pies descalzos.
Quién necesita zapatos
para huir por el cielo.
Ya ves, te amo de esa
manera tonta
en la que mueren los 
árboles.

sábado, 3 de marzo de 2018

Desde la caricia húmeda


En tu cuerpo habita
un pájaro,
veo sus alas en tus
pechos
enseñándome el viaje.

Vengo de lejos
para erosionar tu
vientre
con mis manos
de viento.
Y ser en ti desde
la caricia húmeda.

Jamás había
recorrido tanta belleza.

Me detengo en la
naranja que se abre
entre tus muslos
y pruebo
la naturaleza en su jugo
de dulzura.

Trepo tu desnudez
con el aliento enmudecido
y los dedos a punto
de estallar en tus costillas.

Siento en tus huesos
la muerte que no nos llegará.
Eres flor, nube y vida.

Exagero la respiración
para atrapar tu voz.
Cuando susurras nace
una estrella fría en mis hombros.

Voy a besar de nuevo
tus labios de agua
en los que fuerzo
mi naufragio.

Hacia ti huyo de mí misma.

Me invade la paz
del deseo,
saber que tengo una hebra
de tu existencia brillándome
en cada latido.

Me balanceo sobre tu
piel trasera,
vacío el dolor del volumen
en tu erguida curva.
Se me escapa un roce
liviano
en tu nuca.

Me trenzo para expulsar
la furia, la amplitud, el grito.

Con el reposo
conseguido de la pasión,
vuelve la caricia.

Tu suavidad envuelve
los 9 planetas.

Me miras y también sueña contigo
mi última realidad.


Cuadro de Edgar Degas

viernes, 2 de marzo de 2018

Si respirar fuera voluntario


Si respirar fuera voluntario,
elegiría tu piel.
Me ahogaría cada minuto
con tu sudor atragantado
en los dedos.
El mar me reclamaría
las voces de los muertos.
Me abrazaría a ti
como mástil del recuerdo.

Si respirar fuera voluntario,
me quedaría tendida
en el habla
de tu lengua,
me asaltarías las ganas
de ser&estar en el mundo.
Ya no necesitaría aislarme
de los contextos
para sentirme libre.
Hallaría en ti, la vida plena.






No es tragedia



No es tragedia
saber que te irás
y que seré una cueva
sin columna de amor
y que todo dolor
recaerá sobre mí,
la muerte acumulada,
aquellas flores unidas
que creían
en un futuro mejor.

Contornos



En tu luz soy fruto
que vuela
y mide contornos
con la boca.
Te amo desde el
aroma,
con el beso naciéndome
de la sangre
dormida.
Revivo en el
camino
de tu caricia,
como un paso
de la luna sobre mis
hombros blancos.
Y te abrazo sin
la deuda del amor
en las manos.
Nunca se me dio
bien olvidarte
del todo.


Obra de Antonio López García