Cuando no estés
y el agua
sea dolor evaporado
y sólo pueda beber
de los charcos
y mirar estrellas
que huyen de su luz.
Cuando no estés
y cuente 11 en mis dedos,
lo indeterminado del mundo.
Qué haré cuando me despierte
en el asiento de atrás
de un bosque
y no sepa encontrarte
en ninguna hoja,
en ningún sueño.
Fotografía de Emilio Jiménez
Fotografía de Emilio Jiménez
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