como un sol abierto por arriba
para ser bebido,
seduce las líneas de mi cuerpo.
Renuncio a la sombra
y lanzo gramos de luz
a tu boca
con los labios aumentados
por la ingravidez del beso
y la esperanza de tenerte
sobre el cielo, como aquella
vez que fuimos águilas.
Fotografía de Emilio Jiménez
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