lunes, 30 de abril de 2018

Se marcha abril


Se marcha abril
y en su hatillo
se lleva desmenuzada
esta ausencia
de la que no me desprendo
ni cuando respiro el llanto
de mis manos.

© Laura Villanueva Guerrero

Se me insinúa el mar


Se me insinúa el mar
desde tus dedos.
Me persigues hasta ser vapor
en la tarde sin existencia.

A veces me imaginas
círculo de agua
a la espera de tu roce.
Desabotonas mi cuerpo
y la entrega surge
de la sangre. Siento miedo
con mi vida nombrándote
desde dentro. Nunca sé
si es supervivencia
o autodestrucción.

© Laura Villanueva Guerrero

viernes, 27 de abril de 2018

Nube húmeda


Voy a besarte
con una nube aún húmeda
entre mis labios,
te abarcaré el sonido.
Seremos silencio soñando.


© Laura Villanueva Guerrero

martes, 24 de abril de 2018

En cada tormenta


Pienso en ti en cada tormenta.
El ruido te trae en su urna de voces.
Y así paso los largos inviernos,
con el escalofrío atípico de la ausencia
saliéndome por la boca.

© Laura Villanueva Guerrero

Con la desesperación de un mar


Te amo con la desesperación de un mar
que no sabe en qué ola acaba o comienza. 

Quiero acelerar la inercia de los objetos, 
crear un lugar dentro de la nada 
en el que tú y yo seamos apenas tiempo.

Volver a la vida de ave nómada, 
sin nidos ni árboles en los que frenar el vuelo.


 © Laura Villanueva Guerrero

lunes, 23 de abril de 2018

Mi necesidad de amar


Sin ti, se van sublevando mis dedos,
soy anfibio en un huracán de enebros,
el aroma me abre la boca y sueño
con círculos concéntricos
de tu saliva sobre mi cuerpo.
Subo al mirador crecido
desde el que contemplo el universo
y siento tu gemido de luz macho
como cría de estrella en movimiento.
Lloro la lágrima sin tiempo, 
el lago templado que gotea 
desde la pureza del sentimiento.
Y huyo al interior de un átomo
para prohibirme un nuevo regreso.
Voy a perderme en ti 
como si no existiesen los recuerdos. 
Se detiene la distancia 
cuando cubres mi necesidad de amar 
con todo tu aliento.

 © Laura Villanueva Guerrero

El vacío



Esta tarde el vacío
me atraviesa
con sus rayos de sol violeta
y amanece dentro
la pregunta incesante
sobre la parte de la vida
que no es espacio o tiempo
sino sentimiento arraigado
a la piel. No vuelo,
sigo anclada a tu beso.
Es espeso el aire
sin clorofila.
Todos los interrogantes
se han rebelado esta tarde.
Vuelven
los labios morados de deseo
y la voz de mariposa
alrededor de tu nombre.

© Laura Villanueva Guerrero

jueves, 19 de abril de 2018

Madrugada de hormigas


Te echo tanto de menos
que te veo
en el filo de cada estrella.
A veces pienso
que toda luz depende
de tus dedos.
Tu caricia siempre
me trajo la madrugada
iluminada de hormigas.

© Laura Villanueva Guerrero


Cuidaré la vasija roja


Cuidaré la vasija roja
de tu voz
en la que beso
el mundo y el lenguaje,
te amaré desde dentro
como oxígeno inmortal
que no claudica.
Seré aire en el llanto.
Vendrá el sol
a rodearnos en su
triángulo de vida.
El fuego abandonará
su océano
para hervir en mis ojos
y mirarte
hasta el desvanecimiento
de mi cintura.
Buscarás palomas
en mis curvas estrechas.
Necesitaré más cielo.
Agranda la nube
con la que me inundas.
Sostenme en tus brazos
en la caída horizontal,
como estrella que viaja
en línea recta.
Notarás la tristeza huyendo
de mis dedos, el alivio.
Quedará una única caricia.
Y serás tú en mi clavícula,
la última mordedura,
antes de volvernos río.

© Laura Villanueva Guerrero

El vaho del silencio


Vuelve tu efímera luz
a mis hombros,
el círculo de agua
sobre la piel que sufre
la presencia
y se cree marisma
en contacto 
con el vaho del silencio 
o la humedad 
de la palabra.

El zig zag del deseo
avanza por mi espalda 
como una estrella veloz 
en pausa.

Tu caricia llega al tatuaje
que conduce al túnel
de rosa oscura
y rompes el hechizo
con tu intención aromática.

Te quedas en mí
y deshacemos juntos
otra huella invisible
del universo.

© Laura Villanueva Guerrero 

miércoles, 18 de abril de 2018

Todo cambia y todo queda


Como si quisieras catar mi latido,
oprimes mi pecho
con la violencia de tu aliento,
hacia dentro,
atravesándome.
Te llevas el vacío prendido
en tu plenitud. Todo cambia
y todo queda. Tu beso se 
entretiene en el vértice 
donde nace la vida y tú hallas 
la muerte carnal
para ser transparencia 
fugaz,
puerta que nos protege
a los dos 
de la misma nada. 

© Laura Villanueva Guerrero 

Mutante


Me desatas el infierno
con tu lengua-flor.
Reduces la vida a beso.
Suena tanta luz debajo
de mis pies... Me eleva
esta melodía del destello. 
Sé que derretirás las selvas 
a tu paso. Me cruzará 
el escalofrío del vértigo,
la ráfaga de inmortalidad
cuando me abraces
y te proclames como voz
única en mi cuerpo.
Me cubrirás de una nueva
ausencia. Mudaré la piel
con la insistencia del recuerdo. 
Y pensaré en ti
hasta que muera de fuego.

© Laura Villanueva Guerrero 

martes, 17 de abril de 2018

Si estuvieras


Si estuvieras
y callaras mi luz
desde dentro.
Qué voz nacería del sol.
Qué rama sostendría el infinito.

© Laura Villanueva Guerrero

domingo, 15 de abril de 2018

Ven a pasear


Ven a pasear a la yema
de mis dedos
como clítoris desflorado
que espera la bendición
de tus labios
y una nueva explosión
de la luz.

© Laura Villanueva Guerrero

Lames mis sienes


Lames mis sienes
y tu deseo
se queda unido
a mi pensamiento.
Mi lenguaje contiene
tu sudor y cuando hablo
te estoy besando
incluso de lejos.

Mi cuerpo es una
prolongación de tus manos,
tengo esencia de la caricia.
No me muevo si tus dedos
no le dan la orden
a mi cerebro.
Estoy sometida a la libertad
del sentimiento. Quiero
quererte mientras sea mujer
o nube.

© Laura Villanueva Guerrero

sábado, 14 de abril de 2018

Agua busca agua


Como si me quisieras
aguardo el verbo
de tus dedos,
veinte razones del
movimiento,
la evolución del ser - hombre
sobre mi cuerpo.

La quietud me arrastra
al anhelo
y bailan mis lágrimas
alrededor de tu vientre,
agua busca agua
para sobrevivir.

© Laura Villanueva Guerrero

viernes, 13 de abril de 2018

Triángulo de savia


Deseo tu piel
desde que amanece
y se ilumina el canto
de mis labios.
Emprendo un vuelo
invisible que se enhebra
en tu costado
como una flor desnuda
que no tiene miedo
a la luz.
Te espero en mi triángulo
de savia
donde a veces se refugia
el mundo.
Seremos libres en el juego del agua,
recrearemos figuras imperfectas,
tus brazos en mis piernas
formarán rombos.
Y me llevarás al límite
de la rosa,
tu mano derecha contemplará 
la combustión.
Renaceré en tu voz
como un pensamiento alegre.
Pasarán las horas 
y no podré dejar de abrazarte.

© Laura Villanueva Guerrero 

martes, 10 de abril de 2018

¿Lágrima o delicia?


¿Soy lágrima o delicia
en el resumen de tu vida?

Como flor que hiberna
en el interior de tus muslos,
estoy rozándote
con el silencio de mis pétalos.

Tengo la intuición 
de un nuevo crepúsculo.

La velocidad de la oscuridad
invade
el temblor de mi lengua,
casi muero 
en este vuelo del dolor
hacia dentro del alma.

La herida floral de mi cuerpo
también te pronuncia,
sólo soy yo 
si goteas en mi sangre
y ando en tu huella
y duermo en tu sueño.

© Laura Villanueva Guerrero 



lunes, 9 de abril de 2018

Súbdita


Voy a derretir tu luz
con mis ojos 
y mis labios.
Abandonaré
la noche y sus nidos
para habitar la claridad
íntima de tu regazo.
Se me quedará tu brillo añil
en el pecho
como un latido más
que ama.

Buscaré una nube de agua
para librarnos al fin 
de los pozos. Sangre de mar
seremos, cuando 
nos una el mismo nudo de vida,
cada uno en un extremo
y, en el centro,
la saliva navegante en la voz,
cada palabra súbdita 
de este deseo inabarcable.

© Laura Villanueva Guerrero 


domingo, 8 de abril de 2018

Afligida



Afligida, la noche
alumbra
con su lágrima
de mercurio,
comparte conmigo
el dolor reconocible
de un encuentro
casi olvidado.

Dormiré con este aliento
de araña de techo
y pezuñas de árbol,
mi forma animalesca
de sentir
la ausencia y el hambre.

Y por la mañana abriré
los ojos. Oiré tambores
en el sol que sube.
Tendré los sentidos ocupados
para no pensarte.
Pero estarás en lo inmaterial
de mis células, invadiendo
mi vida con el recuerdo
inevitable.

© Laura Villanueva Guerrero


sábado, 7 de abril de 2018

Óvulo de Eva


Desátame los arcoiris ocres
de mis pechos
y hazme esfera protegida
en tus labios.

No quiero extinguirme
después del salto de fuego
a tu cuerpo,
arderé
en el aire
como un pensamiento
que no vuelve.

No quedará signo
de palidez en tu rostro
ni lamento no correspondido
en tus ojos.

Te amaré
hacia atrás en el tiempo,
hasta ser óvulo de Eva.


© Laura Villanueva Guerrero

La sal azul de un milagro


Es la misma llaga con otra sonrisa,
luz rota que parpadea
en medio de un silencio expansivo
hacia la noche,
hacia el olvido.
Tu voz solía recostarse en mi muslo
hasta ser movimiento o baile,
me abría la caricia de par en par
y veíamos pasar algún cielo
violeta recién oscurecido.
Se nos calaba el mar hasta los huesos.
Éramos la sal azul de un milagro,
giro del color dentro de la lluvia.
Hoy echo de menos tu beso de pájaro
herido en la palma de mi mano.


© Laura Villanueva Guerrero

La cuerda del beso


Se nos rompe la cuerda del beso
y quedamos tú y yo
debilitados, partes de un sol
superior que mira a otro lado.
La galaxia
es más pequeña que anoche,
he contado una hormiga de menos
en tus labios. El dolor no hace ruido,
como nube desaguada se arrastra
por el abandono del espacio.

© Laura Villanueva Guerrero

jueves, 5 de abril de 2018

Nieve de girasoles


Aún perdura el abrazo
como nieve de girasoles:
el frío de una ausencia,
el color del recuerdo.
Mi mano en tu espalda
y el mundo
en su rueda de silencio
girando detrás,
moviéndonos la sangre
alrededor del latido,
los labios sollozando
y la saliva florecida.

Aún perdura. Y han nacido
desde entonces un millón
de árboles.


© Laura Villanueva Guerrero

martes, 3 de abril de 2018

Secuelas leves


Quiero macerar mi flor entre tus piernas
hasta que nos invada la misma espora. 
El viento interior nos empuja 
a suspirarnos piel con piel,
como dos fieras del mismo sexo.
Ya te dije que amarme dejaba secuelas leves. 
El insomnio de cada tarde, 
la voz agónica antes de desnudarnos.


© Laura Villanueva Guerrero

Mis silencios


Vienes a succionar mis silencios,
a destaparme la voz
que te nombra
como brisa de enebro junto al mar,
con la sal en el sonido
y la rabia de tenernos tan poco
que el mundo es la canica moribunda
de siempre.

© Laura Villanueva Guerrero

Antes del abrazo


Tus manos se me deslizan 
y el tiempo rompe a llorar en mis axilas 
antes del abrazo.
Ese llanto hace a mi cuerpo más humano,
hembra que persigue el sueño con los labios.
Si te beso, has de saber que nunca
morirás dentro o fuera de mí.
Dime ahora si estás dispuesto a ser ángel.


© Laura Villanueva Guerrero

lunes, 2 de abril de 2018

Universo


Te amaré con la luz.
Cierra los ojos
para el viaje interior
por mi cuerpo.
Déjate seducir 
por la respiración de la paloma.
Y siente mi vuelo en los dedos
casi muriendo o llorando
como una flor que sufre de amor
eterno. Se va el polen, 
pero queda el sentimiento.
Rodaré en tu sol con la boca abierta
hasta dorarme la saliva.
Descansaré de mí en tus muslos.
Morderé el calor de tu sangre
como si fuera mía.
Te llamaré “universo”
cuando me marche y el abandono
nos cubra de paisajes rojizos,
- el anochecer, el amanecer -
todo naciendo a la vez,
de la misma contradicción.

© Laura Villanueva Guerrero

Ya no te recuerdo


Ya no te recuerdo.
Como quien ha dejado de fumar,
experimento de nuevo el sabor
de la fruta y el aroma pleno
de la rosa. Ahora tengo los dedos
azules de tanto tocar el cielo
y la risa se me escapa por cualquier cosa.
Como antes de conocerte.


© Laura Villanueva Guerrero

Pluma de sueño



El vacío nos separa
como un espantapájaros
a mitad de camino.
Tú tan lejos
y yo cerrando el viento
para sentirte aquí.
El jardín que creamos
debajo de tierra
a veces le susurra a mis pies
y te echo de menos
desde la raíz de mi cuerpo
hasta la nube que me sujeta
el pensamiento.
Y pasan los días, pero no el tiempo.
Sigo anclada en ti
ola de mar,
gota de lluvia,
pluma de sueño.

© Laura Villanueva Guerrero