lunes, 28 de mayo de 2018

El silencio


En mis manos el silencio
también es tacto, un cielo
abierto volcándose.

Nos entregamos en el deterioro
azul de encontrarnos
cuerpos y noche en el mismo ángulo.

Renovamos el universo
con un temblor de labios.

El espacio sigue creciendo
aunque sea igual de pequeño
el latido desde el que te reclamo.

La vida sucede entre nosotros
como efervescencia de astros.

Volaremos. O serán los pájaros...
que nos advierten del progreso
más allá del ser humano.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: portada de disco de Funeral for a friend

sábado, 26 de mayo de 2018

Aterriza el mar



Aterriza el mar en tu voz
y me ofreces la palabra de agua,
un cauce de sonido para mis manos.
Liberas la caricia de su insomnio,
oigo caminar flores sobre tu espalda
como lágrimas de un planeta que se marcha.

Nos envolverá el aroma
del movimiento,
el guiño del calor
sobre los cuerpos en danza.
Me arrimaré a tu trenza de luz
para probar la vida de la ráfaga.
Me haré astro en la curva de tu cuello
y veré arder tu sangre alborotada.

Hablaremos con fonemas de aire,
nos contendrá un mismo vuelo.
Se estrecharán las sombras
detrás nuestra.
Hallaremos la paz que nunca huye del recuerdo.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: David Thomas

Esta despedida


Esta despedida
sobre mar o sueño,
para no tocar la realidad
y huir hacia atrás,
hacia el último beso
con el que me humedecías
la risa. Tu aliento
impregnaba
mi reloj biológico.
Imaginaba luces
con tu voz.
La vida te aceptaba
como centro.
La península quedaba
iluminada por una lámpara
en cada costa. Lo veíamos
todo desde arriba, océano
delimitado por
suspiros de tierra.
Esta despedida ha irrumpido
demasiado pronto. Si me
das tiempo quizá aún pueda
convencer a la eternidad.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Munch

viernes, 25 de mayo de 2018

Miras mi desnudez


Miras mi desnudez
cuando te hablo
y memorizas el timbre
de mi voz
sin la interferencia
del tejido.
En tu pensamiento
soy otra especie,
mitad mujer - mitad planeta,
giras en torno a mí
y nos cedemos
el exceso de luz.

Sal de ti misma para
cobijar en tus manos
mi órbita de vida.
Moldea el exterior,
el interior, hasta
que el horizonte
de mi cuerpo estalle,
se curve, suba.

Recógeme del lugar
al que me has lanzado
con tanto desvelo.
Sólo tú conoces ese camino.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Munch

jueves, 24 de mayo de 2018

La salina



Me acaricias
como si borraras un mundo
para crear otro encima.

Impostas la voz alrededor
de mi cintura,
en el primer beso suena
un mar llorando, la salina hembra
que sueña con descendencia.

Déjate caer sobre mi anhelo,
he preparado un cauce
para la expresión de tu río.
Dime si sientes el temblor
de la noche al hacerse día,
la llegada química de la luz,
la transformación de la naturaleza.

Ahora la muerte
se ha posado en mis labios. 
No te alejes.
Quiero que sigas vivo
dentro de mí.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Munch

miércoles, 23 de mayo de 2018

Cuando te vas, florecen


Cuando te vas, florecen
los ángulos del aire,
se ondula la vida para
acercarnos.

Entre tú y yo, todo es jardín
impregnando la distancia.
Juegan círculos de luz a alterar
el espacio. Dentro de mí
se mueve el mundo, fuera de mí
se agranda el mar.

El desconsuelo de mis labios
me gira hacia tu cuerpo, voy
un paso por detrás de tu aliento,
suspirando.

Si vuelve el beso, se detendrá el
mundo, se empequeñecerá el
mar. Compartiremos la reducción
de cada gota en un único paladar.

Exclamarán los sentidos en la
entrega. No habrá un segundo
en que deje de amarte.

Si te vas, llévate mi huella
dactilar grabada en tu sexo,
así mis dedos no sentirán
tanta soledad.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Monet

lunes, 21 de mayo de 2018

La luz ajena


Será tu voz el espejismo
donde desvirtuar
mi cuerpo,
la luz ajena.
En ella perderé las líneas
y los trazos. Seré curva en
expansión. Trae la rama
con la que me duele dentro
tanto crujir del mundo.
Florece, deshójate, todo a la vez,
como beso que sube y baja
de un mismo destello.
Cuando estoy contigo entro
en conflicto con la gravedad.
A mis pies les sobran las huellas
y dejo de huir de la ciudad
para quedarme suspendida
sobre el rocío de una flor.
Me abrazas en el ascenso
inevitable, tu mano me impulsa
hacia el verano de rosas. Y allí
respiro despacio el calor del aroma,
la verdad del instante. Tenerte
me vincula al origen del universo,
siento una sucesión de planetas
naciendo, uno a uno, entre mis
hombros y tu caricia.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Felicia Salazar 

domingo, 20 de mayo de 2018

Habrá un día


Habrá un día en que mis dedos
sean parte de tu boca
y me pertenezca
hasta el último grito de tu voz,
como un ser vivo que sobrevive
al fuego.

Habrá un día en que mi cuerpo
refleje sólo la luz de tus manos
y posea el sonido del sol
a su paso por el agua,
ese calor rozando
la dulzura de la corriente.

Firmaremos otra alianza con el movimiento.
Clavarás tus ojos sobre mi frente
aspirando el vaho enamorado
de mi pensamiento.

Viviré escondida en tu pulso,
latiendo,
como una cálida flor debajo de la nieve.
Suspiraré tanto que creerás
que no soy más que aliento
o suave rugido de relámpago.

Amor, habrá un día en que tu beso
acabe de una vez por todas
con la desesperación de mis labios
y me eleve a la cumbre
donde todo es abrazo.

© Laura Villanueva Guerrero.
Arte: Ricardo Carpani

sábado, 19 de mayo de 2018

He aprendido a leerte


He aprendido a leerte con los dedos,
voy a desfallecer tras la primera caricia
de este nuevo lenguaje.
No me busques en el núcleo vivo
de la luz,
estaré en los ojos abiertos
de algún insomnio anónimo:
para qué dormir si he de pensarte
sesenta veces por minuto.
No hay sueño que soporte tanto anhelo,
ni voluntad que se resista a la idealización
del beso.

©Laura Villanueva Guerrero
Arte: Ricardo Carpani

Regreso a tus manos



Regreso a tus manos
con la velocidad
de un pájaro herido
y reposo en el temblor
del tacto. Fusionamos
dolor y vida. La voz
se nos lubrica con el primer
abrazo. Iniciamos
el camino hacia la luz.
No habrá retorno cuando
tu lengua
gire en la amplitud de mi sonido
y ofrezcamos juntos
la estela de nuestro vuelo
a un cielo vacío de naranjos.

© Laura Villanueva Guerrero.
Arte: Georges Braque

viernes, 18 de mayo de 2018

Conciencia plena


Hállame en la consciencia plena
de la caricia
cuando la palabra alcanza
la polisemia carnal y tu beso
mueve mis dedos
hacia el infinito.

Después déjame partir
con la hipnosis del agua
aún haciendo efecto
en el fondo de mi misma.

Buscaré una lluvia virgen
en la que refugiarme
y desde allí te recordaré
toda la vida.
Seré luz libre de la distancia,
voz que te nombra en la pausa
de todos los silencios.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Henri Manguin

martes, 15 de mayo de 2018

La danza de los cautivos


Siempre el llanto de la célula
como reclamo de tu cuerpo,
la desesperación de la víspera,
el tacto que no se atreve
a traspasar la piel
con la caricia subversiva.
Abrimos un tramo de oscuridad
y nos adentramos
para crear la luz negadora
del espacio:
floreces sobre mí en la danza
de los cautivos,
tan presa de tu labio
superior con el que me
alzas. Y desciendo
con tu olor dentro
como una voz de hormiga
que me recorre
hasta el fondo,
donde no soy yo,
sino estrella desvelada
por el canto de un pájaro.
Deja de llover y te quiero.
El sol nos trae el mensaje
en su cántaro de helio:
el amor que nos invade de este a oeste.

© Laura Villanueva Guerrero

domingo, 13 de mayo de 2018

Extraemos de la noche


Extraemos de la noche
el suspiro
más cálido
y nos abrazamos
en el instante
de los hallazgos.
Hacemos el reparto
de luces
con la boca.
Se altera el horizonte
con el temblor anímico
de nuestros cuerpos cansados.
La siesta de la madrugada
nos repone
y se nos abren los labios solos
como si la acción de amar
fuera la única posibilidad de
sobrevivir al cambio.
Se nos acaba el tiempo,
vamos a hundirnos
en las flores-de-agua-salada
que nos ofrece el espacio.
Pon otra vez tu voz en mi cuello,
devuélveme al origen de la vida,
a la primera célula que extinguió
la última nada. Y bésame en este silencio
que nos une. Mi lengua sabe reconocer
todos los estados de tu alma.

© Laura Villanueva Guerrero

Frío o miedo


Siento frío (o miedo)
y es el mar del norte
granizándose a sorbos,
chocando
contras las playas invisibles
donde nos besábamos.
Tantos atardeceres violetas
y ahora
mis manos tienen la sed
de un olvido incompleto.
Aún me falta desprenderme
del recuerdo de tus ojos,
no es fácil acostumbrarse a vivir
sin tu luz reflejada en todos los objetos.

© Laura Villanueva Guerrero

viernes, 11 de mayo de 2018

La línea de tu beso


La línea de tu beso me recorre
y soy camino, naturaleza ciega
que imagina océanos verdes,
mariposa sin pasado
que revolotea la eternidad.
Sigues en mí
y la luz continúa abriéndose
para tenerte-y-morir,
como un huracán en calma
sobre el espíritu que posee mi cuerpo.

© Laura Villanueva Guerrero

La geometría del aire


Pienso en ti
y me seduce
la geometría del aire,
las figuras de oxígeno
en contacto con mi vuelo
inconstante.
Te presiento a mediodía
alrededor de mis senos
con tus círculos de hambre,
acorralándome
entre el deseo y el mundo.
Yo te elijo a ti, la forma de tu boca
imitando a una estrella recién
nacida.
Se crea de nuevo la Historia
a partir de tus dedos,
mi demiurgo-pájaro
que salta a mi encuentro
y me acaricia
hasta que me crecen voces
en los labios. Voy a amarte
para siempre,
a pesar de mí misma.

© Laura Villanueva Guerrero

Hierve el sol sobre el océano


Hierve el sol sobre el océano
y comienza otra llovizna
de luz entre mis muslos.
Asómate a la piel del beso,
llévate el último soplo
de mi deseo, antes del
desvanecimiento. Llegará
una nueva forma de vida
a mi cuerpo y me verás flotar
entre los átomos que abandonan
el universo.

© Laura Villanueva Guerrero

jueves, 10 de mayo de 2018

El quicio de la puerta



Me lamías los párpados
y te dejaba entrar en mi sueño
- piedra flotante de la realidad
con el color desordenado.
Nos levantábamos
con el pie izquierdo
para desafiar al día
desde su inicio.
Los besos sabían a humo
de néctar, me deshacía
en el vapor gelatinoso
de tu lengua,
quedaba con el Futuro
en tu espalda,
el abrazo venía
de otro planeta
con vida inteligente
de los peces.
Me lamías las mejillas
en busca de alguna
lágrima antigua.
Sigo viendo
todas las luces que rompimos,
sexo con sexo,
en el quicio de la puerta.

© Laura Villanueva Guerrero

Te siento respirar

Coming together de Will Kurtz

Te siento respirar
como un planeta que nace
cerca de mis labios
y gira
en la pausa del aliento
cuando te miro
y todo para,
excepto el fuego previo
al beso.
La demolición de la nada
frente a mis ojos.

© Laura Villanueva Guerrero

miércoles, 9 de mayo de 2018

Una fuente inagotable de brisa


Una fuente inagotable de brisa
es tu beso al atardecer
de un sueño, cuando la vida
refleja hilos de luz
y la palabra se nos sube a los
ojos para mirarnos en voz alta.
Te quiero con todas las
geometrías en los dedos,
al borde de mi precipicio
de rosas
donde te espero,
cansada ya de tanta ausencia
sin sentido. Prométeme
que volarás desde tu estancia luminosa
y me llevarás al planeta
prometido. Allí los jardines
tienen eco. Calla un segundo...
Va a envolvernos
una música caliente de pétalos.

© Laura Villanueva Guerrero

lunes, 7 de mayo de 2018

Desciendo como agua


Desciendo como agua
que recuerda entre tus manos
su ser de nieve y hiedra.
Me agarras los dedos
para que no pueda
señalar la lágrima
que agoniza en mis labios.
¡No besarte...!
Siento caer todos los árboles
de un bosque, el estruendo
de la fotosíntesis.
De qué azul se olvidará el
alzheimer del cielo.
La noche se tambalea como
columna de mercurio, hacia
dónde nosotros. Hacia dónde
el mundo.

© Laura Villanueva Guerrero

Arden aromas


Arden aromas en mis hombros,
se me inclina el cuello hacia ti,
buscándote.
No podré resistirme esta vez
a los designios de tu lengua,
perderé el control sobre la luz.
Vendrás
y el agua flotará sobre los continentes.
Sentiremos la hipnosis
del movimiento,
tu cuerpo sobre mi cuerpo
como una llovizna de polen.
Me rendiré ante cualquier lugar
que haya ocupado tu espalda.
Levantaré templos.
Te hablaré de mi miedo al dolor.
Me consolarás con tus dedos
de flor alegre. Me dirás que todo irá bien.
Terminarás la danza. Y yo seguiré
soñando que soy abeja reina
posada en la voluntad de tu carne.

© Laura Villanueva Guerrero


Tu beso respira y grita


Tu beso respira y grita.
Mi boca te recibe
con un escalofrío rojo
que se va desintegrando.
¡Ha sido tan dulce la espera!
Cada mañana descolgaba
una tormenta del sol
y ahora todo brilla despejado
entre tus labios y mis ojos.
El mar le ha perdido el miedo
al cielo
y salta
para ser nube en su primer
vuelo de agua.
Me besas. Un suspiro me hiere
la espalda
y caigo,
como otras veces,
como si no existiera gravedad,
en un balanceo templado.
Después me abrazas
y recupero el cuerpo,
pero no el alma
que ya va en esa nube que se mezclaba
con el mar.

© Laura Villanueva Guerrero

viernes, 4 de mayo de 2018

Aliviándome el daño


Nace una rosa de mi herida
aliviándome el daño.
Hoy están dejando de morir arcoiris
alrededor de mi regazo.

Vuelvo a esperarte
con las mejillas rojas
de calor y ausencia.
Y sueño despacio
como una nube de verano.
¿Cómo sonará el nuevo tacto
de tus dedos?
¿Habrá evolucionado
el color de tus labios?
¿Tu beso será
relámpago o desmayo?

Si vinieras
con tu belleza de astro desnudo
a adornarme el abrazo.
¿Cuánta luz cabría en mis ojos?
¿Cuánto amor soportarían mis pasos?

© Laura Villanueva Guerrero

Un suspiro más de mi piel


Te siento como un suspiro más
de mi piel,
desnudo y en movimiento.
Le extraes la respiración
a los dedos, vacías mi
libertad hasta prenderme
de tu olor.
No hay distancia
entre mi intención
y tu lascivia. Me tumbas
sobre ti, somos la gravedad
del otro, la traición al cielo
estancado. Me besas
el interior de los brazos
en mi danza del sudor.
Te esperan mis uñas.

Oyes el gemido de mis ojos,
la pupila dilatándose
ante el hábito del sexo.
Y me someto a la ofrenda
vertida.
Después de esta noche
te buscaré
forzando la luz de los objetos
y las estrellas. Brillarás debajo
de la vida como una flor humana
a punto de nacer
en el fondo del océano.

© Laura Villanueva Guerrero

Fotografía de Isabel Muñoz

Te quise tanto


Te quise tanto
que la lluvia
era un grito
de mis labios
delimitando el infinito
y tu voz emprendía siempre
el mismo viaje invisible
por mi cuerpo curvado.
Te quise. Ahora
todas las montañas abandonan
la Tierra y es plana la existencia
desde la que te olvido.

© Laura Villanueva Guerrero

jueves, 3 de mayo de 2018

Un nuevo desvanecimiento


Un nuevo desvanecimiento,
la arritmia o caos
con la que me besas
en la mañana,
como si el dolor
se parara en la cima
de las montañas
y creciera el cielo
hacia abajo
invadiendo el núcleo
que irradia
lujuria encendida.

Reanimas demonios
en mis hombros,
estoy estigmatizada
por el placer que proveen
tus manos,
intuyo la marca, el pellizco
en el deseo.
Siempre vuelves
después del invierno.

© Laura Villanueva Guerrero