lunes, 21 de mayo de 2018

La luz ajena


Será tu voz el espejismo
donde desvirtuar
mi cuerpo,
la luz ajena.
En ella perderé las líneas
y los trazos. Seré curva en
expansión. Trae la rama
con la que me duele dentro
tanto crujir del mundo.
Florece, deshójate, todo a la vez,
como beso que sube y baja
de un mismo destello.
Cuando estoy contigo entro
en conflicto con la gravedad.
A mis pies les sobran las huellas
y dejo de huir de la ciudad
para quedarme suspendida
sobre el rocío de una flor.
Me abrazas en el ascenso
inevitable, tu mano me impulsa
hacia el verano de rosas. Y allí
respiro despacio el calor del aroma,
la verdad del instante. Tenerte
me vincula al origen del universo,
siento una sucesión de planetas
naciendo, uno a uno, entre mis
hombros y tu caricia.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Felicia Salazar 

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