viernes, 20 de julio de 2018

Agua avainillada


Mi cuerpo espera cada articulación
de tus dedos, la presión inicial
de la caricia antes de hacernos
alma híbrida que comparte canto.
Y ascender hacia donde
nadie nos reconozca. Llevaremos
la rabia escondida, los ojos bien abiertos.
Nos perseguirá el infinito para crecer,
pero nada puede detener este llanto
del espacio tuyo y mío. La distancia
se entretiene en otro cielo plano.
Bésame, quiero demostrar que existe
la voz de la tierra, la raíz que sube
hasta ser agua avainillada en mis
piernas. Si tienes sed, huéleme
y cierra todas las puertas.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Fernando Ureña

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