Ábreme

Ábreme y apura el contenido.
Llévate lo superfluo, déjame
invadida por tu dulzura orgánica.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush

Perfeccióname

Perfeccióname con el sonido de tu voz, te daré mi mañana de pájaros, un comienzo, el despertar.

© Laura Villanueva Guerrero

El rastro de tu ternura

Sigo el rastro de tu ternura
en mi proceso de recuperación
de la forma. En tu beso hallo
el primer átomo y vuelo desde los dedos
para asumir la dimensión del espacio.

¿Qué luz me falta cuando abro los ojos
y te sueño a escondidas? Mi boca te perteneció
antes de la herida y ahora que soy silencio
físico obligada por el miedo, me hundo
en la simbología de lo que fuimos: animal
de dos corazones. Siempre nos sobraron latidos.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Dario Puggioni

Libertad

Te busco en el hueco
de mis manos, ya eres música
de mi carne, libertad absoluta.

© Laura Villanueva Guerrero

En mi lujuria

Tu boca
en mi lujuria,
rodeándome
en círculos
como si el tacto
entendiera
de geometría
y frecuencia.
Insistes, no hay
vuelta atrás,
has dejado en mi
espalda la semilla,
el cielo crece
a partir del fruto,
todo el oxígeno
va a parar
a mi ombligo
y salto en la sensación
de sueño. Quiero caer
hacia arriba.

© Laura Villanueva Guerrero

Nostalgia del origen

Se cierne sobre nosotros
la nostalgia del origen
ahora que nos alimentamos
de saliva de flor
y la sangre nos sabe
a vuelo limpio. Toma
mi voz y confírmame
como lugar al que volver
despacio, sin las prisas
del hallazgo, sólo piel
que añora estar desnuda.

© Laura Villanueva Guerrero

Voz azul

En todo silencio
resurge una voz azul
y el sueño de tenerte
queda protegido
por la realidad.

© Laura Villanueva Guerrero

El juego del tiempo

Tu beso en mi espalda
contiene el minuto
del cielo, cae como
lluvia que nace del
susurro y me tiembla
el futuro entre los dedos.

Vuelvo a ser lágrima
de incertidumbre
en el balanceo etéreo
de tu cuerpo. Tú y yo,
quizá el mundo alrededor
impulsando el intercambio,
- tu voz por mi voz -
para la creación
de un nuevo espectro
de sonido.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen: Aykut Aydogdu

Cualidad sectaria

Compartimos la cualidad
sectaria de la caricia,
siempre el ascenso,
la oportunidad,
el volver a vernos después
de otra desaparición
del cuerpo.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen: Aykut Aydogdu

Parpadea conmigo

Parpadea conmigo,
sin retroceso,
los cuerpos contra
el fuego callado.
Nada nos oirá,
todo lo sentiremos
tan adentro,
el afluente, la brisa.
La vida reclamando
el orgasmo original.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen: Aykut Aydogdu

Caricia de luz

Tu caricia de luz
reinventa
el movimiento,
mi posición frente
a tus labios, el beso
que traiciona al arcoiris.

Tu dulzura suplanta
cada miedo, empiezo
a ser tuya desde dentro
y surge la alianza
que conduce
mis dedos a tu torso.
Allí tocarán la vida recién
sentida en tu pecho,
el latido mágico.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Aykut Aydogdu

Huída de lo tangible

Con la boca pegada al cielo,
en la asfixia de un amor
que nace y va muriendo,
me deshago de los labios
para besarte únicamente
con el deseo.

Nos iniciamos en el azul
como peces de infierno.
Somos fuego invertebrado,
el uno sobre el otro
rebosando flores de silencio.
Nos contemplamos en la huída
de lo tangible, todo el aroma
nos descansa al descubierto.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Aykut Aydogdu

Alucinaciones del tacto

Presencias mis alucinaciones
del tacto, cómo la piel
se tensa hasta nombrarte.
De esta manera me desvivo
cuando amo.
Nunca me importaron
los estigmas.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Aykut Aydogdu

Todas las clases de silencio

Sostienes mi respiración
en los dedos, levemente.
Me mueves hacia ti
invadiendo todas
las clases de silencio.
La piel pierde rigidez
y nos envolvemos como
un ovillo de sentimiento.
¡Qué delicada luz en tu boca
cuando me expongo a
la imposición del trueno!
Resuenas en el laberinto.
Tanta flor abierta a tu paso...
Y llega
la ausencia de recuerdo,
el grito interior,
el cuerpo en blanco
redefiniéndose.
Déjame unida
un poco más
al aliento de tu costilla.
Necesitaré una pausa
para volver a ser yo misma,
pero después abrasa
cada lugar que mire.
El fuego nos protegerá
de nosotros, le robará
la imagen al espejismo.

© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Aykut Aydoğdu