sábado, 23 de marzo de 2019

Las marcas de tu voz


Déjame las marcas
de tu voz,
que me suene dentro
tu aliento,
tu fonema excitado,
remueve
la corriente
de mi sangre,
álzame
desde el interior,
hacia ti,
hacia el mundo
exclusivo
que nos contiene,
rompe las cadenas
con la tierra,
seamos nosotros
el agua
que germina,
la humedad solidaria.

© Laura Villanueva Guerrero

Sin estrategia



Ya sin estrategia,
tu cuerpo
en la rotundidad
de la noche,
me desvalija
el grito.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen, Pier Toffoletti

El roce selecto


Tenerte en el roce selecto,
volver a la catarsis física:
tu desnudez deshaciendo
el mar sobre mi ombligo.

© Laura Villanueva Guerrero

Te irás


Te irás, la vida
se definirá
por otros gemidos,
se abrirá la puerta
a la inmensidad
triste.

© Laura Villanueva Guerrero

Bendices mi espalda


Bendices mi espalda,
cuando vuelvas
reconocerás
el aroma sagrado,
el sudor de la víspera.
Cada encuentro
irremediable
nos salvará
de la civilización.
Sobre tu neón
salvaje
yo quiero ser
estrella
recién descendida
y alumbrar juntos
el final
de todos los túneles.

© Laura Villanueva Guerrero

No es válida la luz


No es válida la luz
si el nudo
persiste
dentro de la lágrima
y oprime
el origen del dolor:
la flor sin pétalos
tras la germinación,
el viento callado,
otro azul inmóvil.
Y tus labios
al final del tramo
nómada. Nunca sé
cuando ocurrirá
la reconquista
de la intimidad.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen, Meghan Howland

Bebiéndote la soledad

Así, bebiéndote la soledad
directamente de mis labios,
la ría es calor que nos respira,
inmediatez.

© Laura Villanueva Guerrero

Luz de arena


Eres luz de arena,
playa encendida,
hasta que el primer
beso renuncia a los
temores de la noche.

© Laura Villanueva Guerrero

Casi rozo el vuelo


“Casi rozo el vuelo cuando te imagino
confirmando paraísos en mi cuerpo.”

© Laura Villanueva Guerrero

Proceso creativo de tus labios


Me envuelves
en el proceso
creativo
de tus labios,
no te detienes
en el desenlace,
continúas,
hasta hacerme
parte inequívoca
del agua, lugar
transitable por
lenguas salvajes
y nos dirigimos
juntos
al mismo bosque
de medusas dulces
para comprender
el tacto del movimiento,
la humanización
definitiva del mar.

© Laura Villanueva Guerrero

Somos recuerdo protegido


Somos recuerdo protegido, la caricia ensayada antes de la caída libre, tus manos me enseñan la línea recta entre dos abismos, la sospecha de grito, la flor que crece en mi cadera para abrir la carne y ofrecerla al aroma del otro.

© Laura Villanueva Guerrero

En la almohada de tu sangre

Me recuesto en la almohada
de tu sangre con la ilusión
de los primeros astros.
Voy a latir en tu boca,
nada frenará el impacto
de mi aliento en tu jugo
de dios noctámbulo,
compartiremos
la levedad de la saliva,
llenarás tus manos
de mis pertenencias,
pondrás nombre
al aroma de cada dedo,
volverás sobre mí
para indicarme el camino,
vendrá el Mar Muerto
para que flotemos
en el silencio de sal,
harán una pausa
mis cincos sentidos.
Te miraré - el hallazgo
de la música - tu voz
sonando en la crecida
del mundo
(el río, la nube, el viento).
Después se quejará
la noche. Cuando te
duermas y el vacío
corra a sus anchas
por la habitación.

© Laura Villanueva Guerrero

La intención del agua


Nos abrasará la intención del agua,
el recorrido imaginado,
constaremos como unidad
en el recuento de almas,
te unirás a mi saliva,
cada milímetro alzado
ocupará su lugar,
refundaremos el origen,
el llanto de la piel, la sacudida.
Y cuando nos observe el mundo
desde su última isla, descansaremos,
oiremos cantar a los pájaros
tras la perfumada lluvia.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen Ralph Gibson

Se acumula vapor


Se acumula vapor en mis labios,
un indicio de ausencia dulce,
hago ese gesto en que te
reconoces, una invitación
al vacío reversible, caer,
tus manos se apoderan
de mi movimiento, todo
se detiene en el cambio,
la pausa incendiada, tu voz
tan cerca de mi palabra,
miramos la misma nube
de rescate, me sujetas,
nos elevan nuestros propios
sonidos, recorremos el tallo
del cielo, la lanzada mágica.
Y arriba, tan arriba como
sueles situarme, al fin
me desvelas tu prejuicio.
Soy para ti la delicia del caos,
una llama dentro de la fruta.
Me desprendo del orden
y del frío. Voy a buscarte
el resto consumado de mis
días.

© Laura Villanueva Guerrero

Dejas correr la noche



Dejas correr la noche por los márgenes de mi cuerpo. Es la única manera en que acepto el abandono de la luz.

© Laura Villanueva Guerrero

Y saberte al final


Y saberte al final
cuando el tiempo
empiece a medirse
por la distancia
entre tu boca
y mis sueños.

© Laura Villanueva Guerrero

Voy trasladando



Voy trasladando tus besos al mar...
Te prometí que seríamos horizonte.

© Laura Villanueva Guerrero

sábado, 2 de marzo de 2019

El último destello


Recógeme en el último
destello, cuando el cielo
se obligue a ser calor
hipnótico, una visión
dadaísta de nosotros.

© Laura Villanueva Guerrero

Vuelco mi intensidad


Vuelco
mi intensidad
en tu boca,
soy agua ...
o espíritu,
tú eliges
mi forma,
la expresión,
cómo sentirme
dentro. ¿Lo notas?
Todos mis soles
van a luchar
a tu estómago.
Está llegando
la primavera.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen Michelle de Rose

Tanto desvelo


“Te abrazo para extinguir tanto desvelo,
tanto quererte conmigo.”

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen Adi Dekel

Sigo desorientada

Sigo desorientada
por el aroma elástico
que desprende
tu cuerpo iniciado
en el oasis.

El fuego se hace
flor, aquí delante
de mi boca, la
llamarada de pétalos
frunce el espacio
y nos acerca
más de lo permitido
por la lógica.
Rompes en mí
el tránsito
del mundo,
el ciclo de las
cosas que nunca
abandona
al recuerdo.

No te vas,
porque quedarte
es mar alcanzado,
juego de árboles
fugaces.

Y me besas
con los párpados.
La caricia
nos vuelve
materia feliz
en mitad
de la incertidumbre.

© Laura Villanueva Guerrero

Dentro del agua

Ha sonado la luz
dentro del agua
y tu nombre
se ha convertido
en ola dulce.
Me balancea
en estas ganas
de ti,
de tu soledad
ofrecida
al exceso.

© Laura Villanueva Guerrero

No se acabará


No se acabará
este deseo
que nace detrás
de mis ojos
en el escalofrío o fin
de la tristeza.
Te llevaré
en mi círculo
torrencial.
Recolectarás
el sonido
de la lluvia
para posarlo
en mis hombros.
Volaremos
bajo tierra
por un aumento
de gravedad
de nuestras manos.
Las caricias serán
largas como días
sin brisa.
Me enseñarás
el amor que se
concentra en ti,
me harás cómplice
de la huída,
oiré tu aullido
en cada suspiro.
Te quedarás
en mí como voz
que arde, zigzag
sagrado, vaivén
imperceptible
del átomo.

© Laura Villanueva Guerrero

Mi noche te espera


Mi noche te espera,
moldéala
con tu enjambre
de tacto, juega
con tu hoja
de árbol
entre mis muslos
como si el viento
nos indultara, ya no
hay daño entre tu piel
y mi piel, sólo deseo
laminado y su danza.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen Ramón Casas

Latido efímero



En tu muñeca muerdo el latido efímero
que une tu vida a mi expresión de anhelo,
a veces puedo soñar con los dedos abiertos
y esparcir caricias recién creadas.
Nos tenemos en el exterior inalcanzable,
dejo de reprimir mi vuelo, agito la celda
(la misión que nos convierte en números
sin sexo), ya estoy libre de ataduras carnales
y me arrimo a tu desnudez, iluminándote. Contra la pared. Dejemos marca del balanceo de sombras. Después de nosotros, se elevará una cometa de peces blancos. El cielo espera su sal. De nuevo podremos salvarnos de la quietud predeterminada.

© Laura Villanueva Guerrero

Dulcificas la presión


Dulcificas
la presión
del cielo
sobre las olas,
la marea
es un círculo
con nosotros
dentro,
liándonos
tanto
que tu boca
reduce mi
aliento
a lágrima azul.
Pronto presenciaremos
el desembarco
de las estrellas.
Habrá luz
por todas partes.
Quedaremos
sometidos
a la vida inteligente
de las luciérnagas.

© Laura Villanueva Guerrero

Espejismo dual


Reconoces mi reflejo,
el espejismo dual
por el que abandono
la existencia rutinaria
y gimo. El deseo
rompe la rigidez,
mi piel recupera
su forma natural,
fluyen las lenguas
entre los jardines
de agua.
Amor, tus dedos
saben deshacer
mi camino andado.
Traman la regresión.
Vuelvo al origen,
cuando tu boca
era el misterio
del espacio.

© Laura Villanueva Guerrero
Imagen Antonio Mora

Ilusión frustada


Me agarro a lo que queda de nosotros, la ilusión fracturada, el vuelo interrumpido por ráfagas de calma.

© Laura Villanueva Guerrero

Aún no soy invisible


Aún no soy invisible, queda un gramo de cordura en los colores que me asisten.

© Laura Villanueva Guerrero

La comunidad del beso


Irrumpes como una lanza de sonido,
creas el eco par, la comunidad del beso.

© Laura Villanueva Guerrero

Toma en tus labios


Toma en tus labios
el metro cuadrado
de cielo que nos
corresponde
y que el beso
nos cuelgue
directamente
de la atmósfera
habitada.

© Laura Villanueva Guerrero