jueves, 26 de julio de 2018
Añil en vuelo
Conocer tu olor
como jardín en la pupila
o añil en vuelo...
El aroma del color
envuelve mis dedos
y los bosques.
Te recuerdo
en mi ombligo
y me curvo
hasta ser un aro
de fuego. Atraviesa
la llama. Grita justo
en medio, cuando yo
misma no sepa cómo
apagar este relámpago
de agua imitando
el viento. Se mueven
los latidos de las hojas.
La naturaleza es más
blanca que nunca. Me
amas y el sol se alarga
para abducir mi cuerpo.
Terminas la hazaña
de la caricia profunda.
Creas el ciclo. Vendrás
a buscarme cada vez
que te sueñe, el día
se parecerá a la noche,
el invierno se olvidará
por fin
del universo entero.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
miércoles, 25 de julio de 2018
Luz retroactiva
Antes de conocerte
ya te reflejabas
en las aguas
que miraba a solas,
por esta luz retroactiva
que desprendes.
Y ahora que llegas,
entorpeces
la rutina y el caos
como si nada lograse ya
mantener el equilibrio;
cierro los ojos
y brillan flores en mis huesos.
El amor sólo sabe suceder
invadiendo el interior
de los cuerpos.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: "Nenúfares en Monforte" de Marina Lagarda Agazzi
Nuestras riquezas
He de plegar la luz
aunque tú y yo
nos quedemos
dentro,
a oscuras,
palpándonos
las lenguas,
vaciando nuestras
riquezas
en la penumbra
adquirida
del beso.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
Y tenerte
Y tenerte en la respiración
como un ovillo de esperanza.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Julius Kronberg
Solamente
Solamente tú y yo
sabemos mover el aire,
así, dejando iluminado
el recorrido de las
estrellas.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Joan Bennassar
viernes, 20 de julio de 2018
Descansaré
Descansaré, se abrirá una
grieta de algodón en la
noche y saltaré. Sentiré
la caricia elástica
de la naturaleza. Gritaré
tu nombre en la caída.
Y despertaré cuando
esté llegando al suelo.
Veré la luz. Serán tus
ojos fuera del sueño
como látigo
o perfume
o estampida
de flores abiertas.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Ramón Casas
Agua avainillada
Mi cuerpo espera cada articulación
de tus dedos, la presión inicial
de la caricia antes de hacernos
alma híbrida que comparte canto.
Y ascender hacia donde
nadie nos reconozca. Llevaremos
la rabia escondida, los ojos bien abiertos.
Nos perseguirá el infinito para crecer,
pero nada puede detener este llanto
del espacio tuyo y mío. La distancia
se entretiene en otro cielo plano.
Bésame, quiero demostrar que existe
la voz de la tierra, la raíz que sube
hasta ser agua avainillada en mis
piernas. Si tienes sed, huéleme
y cierra todas las puertas.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Fernando Ureña
¿Me abrazarás algún día?
¿Me abrazarás algún día?
El sol se camuflará
dentro de un charco
y lo pisaremos sin darnos
cuenta. Nos llenaremos
las rodillas de luz.
Creeremos danzar, pero
estaremos quietos,
el uno frente al otro,
contemplándonos las
marcas de la vida y
el desamor.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Oskar Kokoschka
El equilibrio
Encuentro el equilibrio
posada
en la yema de tus dedos,
sólo me caigo adrede
encima de tu aliento.
A veces comienza
el vuelo imperceptible
de mis párpados.
Sucede el sueño. Te acercas
despacio y alivias
la fiebre de mi frente
con las flores templadas
que llegan del espacio.
Me invaden ideas
sobre la reencarnación
y las vidas que me esperan.
No quiero
huir de mí misma. El amanecer
me da miedo. Ayúdame a quedarme
con el amor dentro. Cuento los segundos
entre mis latidos y los truenos.
Me das la mano y miras el reflejo
amarillo del planeta en mis ojos.
También la certeza del sentimiento:
nada acaba, nada continúa, sin tu beso.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Kim Cruz
Envés
Flota en el envés
de mi cuerpo,
concentra tu silencio
en la entrada
de mi carne,
nos brotará noche
de los dedos como
tallos de luz oscura
que nos envuelve
en su crecimiento.
Arrima tu latido
masculino
a mi boca, allí
sentiré cómo el tiempo
se trenza con nosotros.
Oigo el grito rojo del horizonte,
nos deslizamos en la curva,
de arriba abajo,
ciegos por el cielo metido
en los ojos. Me tiemblan
las manos en el último abrazo.
Tu espalda acoge mi asalto
definitivo al dolor y a la muerte.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Christian Schloe
Teorías de la respiración
como una gota
de vida naciendo
o un instante
de amapola fugaz.
Estás en el pensamiento
de mi costado, creando
teorías de la respiración.
Puede que hayamos
inventado el mundo,
labio con labio,
en la mezcolanza
que germina
en la desesperación
de las bocas.
No te vayas esta noche.
Probemos a detener
los paisajes a nuestro
antojo. Llévate la luna
al lado izquierdo del
jardín.
La quietud vuelve.
Y en tus ojos
veo pasar todas las
figuras amatorias
que imagino.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
Rebusco
Rebusco entre los granitos de arena
para encontrar tu voz
y sumergirla en mi garganta.
Nunca he tenido tanta sed
de tu palabra.
© Laura Villanueva Guerrero
jueves, 19 de julio de 2018
Mi última lágrima
Ha madurado mi última lágrima
y cae del árbol, sin dolor.
En contacto con la tierra
se vuelve fecunda.
Te llamo
con todos los sentidos
reunidos en la boca.
Creemos otra vida
con los labios, alguna
misión perdurable.
Abraza mi fertilidad
y huye después
a ver el color nuevo
que el amanecer
nos está reservando.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Maria Julia Álvarez
Tu axila izquierda
He lamido tu axila izquierda,
allí late aún tu corazón.
Moldeamos nubes
entre nuestros cuerpos
buscando la forma perfecta
de la luz.
Te mueves lentamente
como si tu respiración
viniera de los ojos
y fueras a obsequiarme
con un haz de futuro
dentro de mí.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Oskar Kokoschka
Juego de trileros
Nada puede entorpecer
el destino de mis uñas
en el viaje emprendido
de la caricia;
a tus labios van a reposar
como ceniza encendida
y se abren para que pase
la corriente de la vida. El sol
empuja desde arriba.
Y ya dentro, tú y yo,
en el remolino armónico
del beso, nos intercambiamos
los nombres. Nadie nos identificará
en esta labor anónima del mundo.
El amor es un juego de trileros.
© Laura Villanueva Guerrero
Vladimir Kush
lunes, 9 de julio de 2018
La velocidad del trance
Sometidos a la aceleración
del encuentro, esquivamos
las pausas de las flores
aunque el aroma se empeñe
en detenernos
delante de un latido
o de un impulso primario.
Abro la boca para tragarme
el cielo y provocarme
un azul inducido en el pecho.
Me miras en la transformación
y me acaricias a sorbos,
como si estuviera a punto
de marcharme. No puedo decirte
cuánto tiempo voy a quedarme
esta vez. No controlo la velocidad
del trance que implica desearte.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Erhard Löblein
Transito en tu pulso
Transito en tu pulso,
callada,
para que no despierten
los celos de tu sangre.
Traigo las estrellas
que cayeron sobre mí
la última madrugada.
Alumbro tus dedos.
Iluminamos el tacto
de los árboles.
Ya nos brota a los dos
la misma savia inteligente
dentro.
© Laura Villanueva Guerrero
Vladimir Kush
Oler la sal
Oler la sal
alrededor de tus labios,
acariciarte la nuca
de extremo a extremo,
abrazarte
entre las olas saciadas de agua
y soñar, soñar mucho,
con columnas rojas
y hojas gigantes
que sombrean el sol.
Comienza el verano
y sigues conmigo.
© Laura Villanueva Guerrero
Cubierta
Cubierta
por tus dedos multiplicados,
dividida la caricia
entre la vida y la muerte,
padeciendo
la premura de tenernos.
Pasan los días y revivo
el primer sentimiento,
tu voz recolectando
destellos en mi cuerpo.
Nos llevará el mar.
Ensuciaremos el cielo
con pisadas y jadeos.
Sonará la lluvia
sobre nuestros párpados.
Caeremos ensamblados
en el esperado destierro.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
domingo, 8 de julio de 2018
Oigo el disparo
Oigo el disparo,
tu silencio
lanzado
directamente
a mi costado,
donde más duele
la herida de tu voz.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Erhard Löblein
Luciérnaga de año nuevo
Quiero escapar de mí,
incrustarme en las líneas
de tus manos como una
mota de vida
y sentirte desde la caricia
recíproca.
Encenderte en mi memoria
a largo plazo
como luciérnaga
de año nuevo
y tenerte flotando, dentro,
en las neuronas,
resistiendo al paso del tiempo
y de la piel.
Y compartir con tus ojos
cualquier visión
de la luna o de la muerte
que me acorrala contra
la tristeza.
Sólo tú sabes recuperarme
de abismos insignificantes
y llevarme de vuelta
a la felicidad del beso.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
sábado, 7 de julio de 2018
Exclámame dentro
Gotas de pluma
de paloma,
danza del aire
alrededor
de viejos planetas
planos.
Te acercas con los
labios
de puntillas,
pero oigo llegar
el beso.
Te recibo
con una lágrima
de lino
en el pecho
y los brazos abiertos
como líneas migratorias
que intentan abarcar
las vidas calientes
de tu cuerpo.
Ahora que estás,
sueño.
Mi voz inventa figuras
y te las cuento con
los dedos.
¡Exclámame dentro!
Quiero sentir la reiteración
de tu fuego, el eco
de la dicha en el
esfuerzo cándido de mis
senos, una última caricia
en mis párpados calmando
las visiones por tanta luz
desnudándose en silencio.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Christian Schloe
Entra
Entra, pero antes
que asome tu voz
para explorarme
y establecer orden
en la ramada.
Calma mi profundidad,
elévame,
suéltame entre los objetos
que comparten
mi estado herido
por el ausente vaivén
de tus manos.
Sáname en un lecho de luz.
Insiste sobre mí, acude a la
llamada visceral de mis
labios encajados.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Christian Schloe
Como luz que estalla
Como luz
que estalla
dentro de una
naranja
es tu palabra
rozando
mi aliento,
llena de fuerza,
eterna
en el sabor.
© Laura Villanueva Guerrero
Invasión
Eres tormenta de algodón,
tan suave en la invasión
de mi cuerpo.
Verdugo de la quietud
me mueves
sobre tu mar brava
y nos rebelamos contra
el aire. Sólo necesitamos
agua. Voz de lluvia. Rocío
de alba .
© Laura Villanueva Guerrero
lunes, 2 de julio de 2018
Maremoto del aroma
También te siento
en el maremoto del aroma,
en la punta de flecha
de las flores que agonizan
entrando en mí
como una transfusión
de cielo líquido.
Si me ven distraída
es porque tal vez te recuerdo
y estoy volando por dentro;
no necesito espacio,
tan sólo un pensamiento
que me deslice
por las curvas de tu beso.
Revivo con cada nueva alucinación
del tiempo. Me abandono a la inercia
del movimiento marcado por tus ojos.
Queda luz a este lado del espejo.
© Laura Villanueva Guerrero
Arte: Vladimir Kush
domingo, 1 de julio de 2018
Tan perdida
Estoy tan perdida
después del último beso...
Ando sobre las aguas del río,
se transforma la ciudad.
después del último beso...
Ando sobre las aguas del río,
se transforma la ciudad.
El aire se ha quedado
detrás del espejo
y me pego al cristal
para obtener oxígeno.
Mi lengua
traspasa el reflejo
y te encuentra
en el mundo de las ideas.
Recorro tu cuerpo
hasta que te traigo
de vuelta. Tengo
cardenales en la comisura
de los labios de tanto
morderte con la imaginación.
detrás del espejo
y me pego al cristal
para obtener oxígeno.
Mi lengua
traspasa el reflejo
y te encuentra
en el mundo de las ideas.
Recorro tu cuerpo
hasta que te traigo
de vuelta. Tengo
cardenales en la comisura
de los labios de tanto
morderte con la imaginación.
© Laura Villanueva Guerrero
Vladimir Kush
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Te irás, la vida se definirá por otros gemidos, se abrirá la puerta a la inmensidad triste. © Laura Villanueva Guerrero