miércoles, 17 de julio de 2019

Huimos juntos


Huimos juntos de las estaciones,
cielo arriba, arrimando las bocas
para capturar el oxígeno extinguido.
Una vez más sobrevives en mi lengua.

© Laura Villanueva Guerrero

martes, 16 de julio de 2019

Crepúsculo dormido

Mírame, clávate en mí
a través del color
que nos protege
de la oscuridad prolongada.
No sé nombrar los destellos
de tanta orilla, tu mirada
me aleja del crepúsculo
dormido. Hay verbenas
esperando nuestra traición
a la distancia. Quédate conmigo
a contemplar los árboles vacíos,
el silencio reconocible tras la
savia recién derramada.

© Laura Villanueva Guerrero

Rebeldía


Soy distinta
cuando
me atraviesa
el mar, tu mar,
y el color
regresa
a la imagen.
No hay mayor
rebeldía
que obedecer
a la naturaleza.

© Laura Villanueva Guerrero
Fot. Dora Maar

Adiós dulce

No hay sollozo
en este adiós dulce
como fuego de naranja,
suelo verte en mis dedos,
la caricia vive libre
de nosotros, en su ser
orgánico e independiente.
Se han quedado la luz,
tu saliva, impregnando
la apariencia de vacío.
No te has ido del todo,
continúa en mí la inmortalidad
de la palabra, la herida
sin dolor del desenlace.
El próximo invierno también
te encontraré en el frío.

© Laura Villanueva Guerreroadiós

Al otro lado del verso


Cuánta luz al otro lado del verso.
Tú, que me miras como un río
nacido para devorar palabras.

© Laura Villanueva Guerrero

Se pliega la brisa



Se pliega la brisa,
tú y yo combatimos
dentro, suspiras
en mi núcleo
biológico, despacio,
entregándome
el oxígeno aguado
que necesito para
sobrevivir al verano.
Somos el organismo
creado a partir
de los abrazos.

© Laura Villanueva Guerrero

Huracán desnudo

Besas mi boca
como un huracán
desnudo, me gusta
todo de ti, incluso
el miedo a perderme.
No temas. Esta vez
voy a callarme los
para-siempre. Tan sólo
permaneceré, como
una promesa labrada
con los dedos.

© Laura Villanueva Guerrero

El juego de las invenciones

Decora mi respiración,
inclúyeme en el juego
de las invenciones, seré
lo que tú quieras, río,
piedra preciosa, flor
en órbita. Retendré
tu voz entre mis manos
como agua que vive
en la luz, caeremos del
tornado, tú y yo, libres
de objetos y silencios.
El gemido de la Tierra
se adueñará de
nuestros nombres.
Y en la mañana, me atrapará
la visión perfumada de tus
labios, el rojo orgánico
invadiendo lo invisible.

© Laura Villanueva Guerrero

Mi latido


Ahora que sabes dónde sueña
mi latido, búscalo, lámelo, acaba
con la sombra y la apariencia: sólo
luz entre mi cuerpo y tus manos.
Tómame en la claridad más íntima.
Es tuya. Y del tiempo que nos queda.

© Laura Villanueva Guerrero

Atardeceres

Y tener tu voz en mis labios
hablándome del mar,
de toda la sal que nos espera
en los atardeceres de agosto.

© Laura Villanueva Guerrero

Suspiro fragmentado

Vienes a recomponerme
el suspiro fragmentado,
yo no sé entregarme
a medias, el cielo es
indisoluble. Y así amo,
desde la continuidad
de la materia. Abrázame
ahora. Antes de que mi
vuelo nos inunde a los
dos y no seamos capaces
de volver a poner
los pies en la tierra.

© Laura Villanueva Guerrero

Consume mi piel


Consume mi piel,
el calor va a
enmudecernos,
la única manera
de sobrevivir
será a través
del agua de
las caricias.

© Laura Villanueva Guerrero

Tus huellas dactilares



He rastreado tus huellas dactilares
hasta mis piernas. Sabes cultivar(te)
en mí, desde tan lejos, como simiente
elástica que gira alrededor de la noche.

© Laura Villanueva Guerrero
Fotografía Philippe Pache

Detrás de la última nube


Detrás de la última nube,
brilla la libertad
de tu cuerpo, puntos
suspendidos aliándose
con la gravedad,
para sostener el peso
de mi mundo. Te nombro.
Y permaneces tres segundos
en mis labios.
Así se construyen los refugios.

© Laura Villanueva Guerrero

El tiempo de las violetas

Ha llegado el tiempo
de las violetas,
tu voz se resiste
a la oscuridad.
Ya no estamos
atrapados
entre las preguntas
y el mundo.

© Laura Villanueva Guerrero

Espero el asalto


Espero
el asalto
de tu
aliento,
el encuentro
íntimo
de los latidos
mientras
el cielo
se agranda
para albergar
el sonido
de nuestros
ojos.

© Laura Villanueva Guerrero

Las flores del gemido

Se me abren las flores
del gemido, ya no oculto
el suspiro en la boca,
lo vuelco en tus dedos
para la expropiación
de la caricia.

© Laura Villanueva Guerrero

Prueba el calor

Ven y prueba el calor
de tu nombre en mis labios,
nada podrá evitar
el huracán de calma,
la felicidad sobrevenida
en su estado de agua.

© Laura Villanueva Guerrero

Somos el fonema


Somos el fonema
que nunca dejará
de repetirse, el eco
liberador entre los labios.

© Laura Villanueva Guerrero
 Obra Elena Vizerskaya