Sucumbimos a la anarquía
del volumen, cuerpo sobre
cuerpo, columna y arco
defendiéndose del dolor
externo.
Herimos la presencia
universal
con destellos y voces.
Nos impulsa una entrega
invisible. Abrimos la boca
para sabernos al final
de cualquier túnel,
nuestra luz invade
los dos mundos
y en la franja intermedia,
justo allí, nuestras pieles
gritan hacia dentro
y agitan la sangre dormida.
Cómo voy a estar sin ti
ni un segundo huidizo
de mi vida... Sería impronunciable
la agonía, el zig-zag de un escalofrío
elástico que jamás termina.
© Laura Villanueva Guerrero
viernes, 28 de septiembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Átame a tu aliento y emprende el viaje con mi voz en tu boca gritando palabras desde las nubes que innovan formas pasajeras. Des...
-
A veces era invierno y yo buscaba en tus manos un balcón oscuro de infinito con mi nombre. Llenabas mi cuerpo de pájaros (la caricia abs...
-
Extiendo mi deseo sobre ti, como una lámina nocturna que busca flores con la boca. Sabes a ráfaga de vida, a lugar único, a primavera de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario