sábado, 13 de abril de 2019

El mandato del sonido


Tu saliva
se oculta
en mi ombligo,
como nuevo
sollozo
del tiempo.
Y baja,
siguiendo
el mandato
del sonido,
llevándome
a la curva
imposible.
Mi nuca
deja un hueco
con el suelo
y allí, bajo
nosotros,
arden los
primeros
planetas.
Se contagia
la luz,
de este a oeste.

© Laura Villanueva Guerrero

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