sábado, 2 de marzo de 2019

Latido efímero



En tu muñeca muerdo el latido efímero
que une tu vida a mi expresión de anhelo,
a veces puedo soñar con los dedos abiertos
y esparcir caricias recién creadas.
Nos tenemos en el exterior inalcanzable,
dejo de reprimir mi vuelo, agito la celda
(la misión que nos convierte en números
sin sexo), ya estoy libre de ataduras carnales
y me arrimo a tu desnudez, iluminándote. Contra la pared. Dejemos marca del balanceo de sombras. Después de nosotros, se elevará una cometa de peces blancos. El cielo espera su sal. De nuevo podremos salvarnos de la quietud predeterminada.

© Laura Villanueva Guerrero

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