lunes, 17 de diciembre de 2018

Espiral


Tráeme una nueva calma,
desaloja el nihilismo
de mis labios
y acoge la primera
espiral de mi lengua,
la humedad anónima.

Persigue mi envés afrutado
y hazlo tuyo con los dedos.
Tarda en marcharte, retrasa
la caducidad de la caricia,
quizá mi ahogo se extienda
por tus ojos y consigas verme
como yo te veo a ti, tan desnudo,
que no hay apego que me una
a la Tierra y vuelo ya entre
mil flores y su llanto perfumado
- verdad encendida mi
cuerpo alzándose- Salto. Tu deseo
elástico me salva de la soledad
de ser humana y mujer y cielo
abriéndose en la noche.

Átame a tu voz, dame vida
a través de la palabra.
Y cuando el fuego abandone
tu sexo de golpe y seamos
semilla compartida
de un futuro incierto,
nómbrame, nómbrame,
desprende la resina suave
de la corteza. Sé mi arbol
sanado para siempre.

© Laura Villanueva Guerrero





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