Si tu árbol milenario echara raíces en mis alas y volasemos juntos hacia el interior de la Tierra y la luz blanca del cielo se escapase para envolver el tiempo y los hilos de la nada desaparecieran de los espejismos y tus manos me adornaran con joyas inmateriales y fuera un tesoro de flores nuevas sobre tu cuerpo...
Yo giraría
dentro del suspiro de una estrella fugaz
y equilibraría
las desigualdades del espacio
con la desesperación calmada
de las piezas de mi sexo.
dentro del suspiro de una estrella fugaz
y equilibraría
las desigualdades del espacio
con la desesperación calmada
de las piezas de mi sexo.
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