Apenas quedan silencios
entre mis dedos,
has bebido mi suspiro
de pájaro
debajo de mi vientre.
Se ha detenido la lluvia
en mitad del espacio
y la humedad forma
extrañas figuras con sonido.
Tu nombre golpea
la ventana de mi voz.
Y entra.
Ya ondea dentro de mí
tu palabra.
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