sábado, 10 de febrero de 2018

Siempre lágrima


Vas en este agua mía
como un mundo que rueda
en su plenitud
hasta encenderse en mis mejillas.

Siento la fiebre del mar,
su oleaje deshaciendo el nudo,
el inicio de un grito hacia la luz.

Cae el cielo tan poco a poco
que no nos damos cuenta.
Tiembla más mi mano entre tus dedos.
Ya conoces los suspiros de mis uñas.

El espacio se estrecha
hasta ser acordeón de rosas.
¿Oyes el aroma detrás de los cristales?
Parecía lluvia.
Y querías besarme
con las bocas hacia arriba
para bebernos a la vez la vida.
No dejamos de buscar el equilibrio
entre el lugar y el momento.

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