martes, 22 de noviembre de 2016

Desorden del ocaso

Beso las líneas imaginarias de tu espalda, apretando mis piernas contra el hueco que tu silueta deja en el molde de la nada. Me enredo en tu pecho - la oscuridad es blanca - Hay flores que persiguen el inicio de tu cuerpo, la vida nocturna de tu saliva, el ser de fuego que impregna luces y sombras y círculos abiertos. Clavas tu lanza elíptica, de estrellas y corteza de árbol, en mi expansiva onda de agua.

El sol baja despacio. Cierro los ojos y veo cruzar pájaros de extremo a extremo del horizonte - desorden del ocaso - y tus labios con su sed roja de llama, traen a mi piel un lucero de perlas y un universo que vuela sin tiempo en las alas.

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