Te llamo
con el suspiro,
en el borde
de mí misma
desde donde te amo.
La impaciencia
me va atrapando.
¿Ves el calor
lloviendo
en mis ojos?
Arde el agua
y pasa el tiempo
dentro de los ríos.
Así me llegas,
como una selva
desembocando en el mar.
No controlo
la caricia
y te uno al movimiento
de las olas.
Tienes la piel de viento.
Tocarte
me lleva lejos de mí,
me desdoblo
para desearte
desde todos los lugares.
domingo, 28 de enero de 2018
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