Ya me ves, cómo he acabado,
con señales de humo
en los ojos para distorsionar
la realidad y no recordarte.
Camino con dificultad,
pero no importa.
A tientas también se vive
y se sufre menos.
El problema, ahora,
es que he desarrollado
el sentido del tacto
y sé identificar
tu sombra en las paredes
de la ciudad.
Voy a tener que dejar
de pensar en ti
de otra manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario