lunes, 11 de julio de 2016

La isla de las cerezas


Te besaré el cuerpo.

Entre tu espalda y mi boca
sólo habrá una pluma de agua.

Recogeré las estrellas del océano
que llevan la inagotable luz de tus ojos.

Te acariciaré el alma
con mi noche y mis dudas:
¿es amor?
¿en qué punto entre la nada y el todo
están tus manos?
¿es posible sentir la muerte
en este fluir hacia ti de mis venas?
¿es amor?

Las tardes de luna llena,
tendida bajo los juegos de tu lengua,
te abriré mis nubes y mis sueños.

Entrarás en mi isla de cerezas.
Y te quedarás.
La eternidad, comienza.

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