viernes, 15 de diciembre de 2017

Cosquilleo


Siento un cosquilleo de calor, pequeñas piedras evaporadas en la planta de los pies. Es tu intención, atravesándome el cuerpo desde abajo como un proyectil ralentizado de luz, de agua, subiendo. Ahora estás en las rodillas y me flexiono para que intuyas la forma, la curva. Mi piel se expande como hiedra y te frenas en la rajadura donde decías hallar nuevos nombres de estrella. ¿Me dirás alguno al oído cuando crea que la muerte está cerca? ¿Y el mar...? Han dejado de visitarme las olas. Arrincóname a este lado del mundo. Suena el silencio del rayo aquí mismo. Tus cinco sentidos solapan los míos. Me has crecido dentro. Somos más que dos. La altura nos define. Necesito abandonar mi cuerpo. Quizá me haga nube y parta el azul del cielo. Ay, "sueño de mi boca", recoge mi lamento. Encendamos flores en la noche. Y túmbate a mi lado, por si el universo elige justo este instante para empezar a desintegrarse.

© Laura Villanueva Guerrero 


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