miércoles, 6 de diciembre de 2017

Lágrima en erupción


Una vez fui lágrima en erupción,
se me rompía el daño, hacia arriba,
me ardía el agua dentro de los pechos,
acumulaba errores en los dedos,
le dábamos la vuelta a los relojes
para querernos,
me aspirabas el fuego de la lengua,
alineabas mi cintura con tu cuerpo,
nos revolcábamos
en el barro florecido del amor,
éramos sucios, locos,
con pétalos por todas partes
para despistar al infierno
o lo que quedara de él,
nos sabíamos de memoria
los defectos,
podía alimentarme sobre una huella tuya,
arrancaba tu olor del aire
para que solo fueras aroma en mi pulmón,
cuando dormía me provocaba pesadillas
y despertaba de nuevo junto a ti,
iba y venía al mar para que no nos faltara
sal en el sudor,
mis heridas sabían a tu sangre,
en los besos
se escondían animales en extinción,
invitábamos a cenar al demiurgo,
siempre con una idea de nuevo mundo
en la cabeza,
cerrábamos los ojos,
nos recorríamos exhaustos,
el deseo era más veloz que nosotros.
Nos llenamos el futuro de labios
y hoy nos sigue acechando aquel calor.

© Laura Villanueva Guerrero

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