Acompáñame en este camino hacia la luz. Voy a reproducir la vida caliente de los átomos y a pellizcarte el aliento hasta que mojes mi boca.
Me aferro a tus brazos como si fueran las últimas lianas que llevan al segundo cielo, escondido más arriba de la atmósfera.
Mi saliva te piensa tanto...
Mi saliva te piensa tanto...
Balancéate en mí -carnoso círculo- como quien mece una nube. Después de todo, cuando estamos juntos, somos amor. Y lluvia.
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