martes, 4 de julio de 2017

Unicidad


Nacer. Morir.
Y en mitad de la existencia:
tú, causal eternidad.

Llegas.
El mar es una gota de verdad 
sobre la arena. 
Nos tumbamos a contemplar 
un universo preconcebido 
por antiguas estrellas. 
Vienes. 
Un instante de tus ojos alberga 
mil lunas y una marea. 
Aparto reĺámpagos con los brazos, 
espuma con las piernas, 
como si avanzara, exploradora,
por una salvaje senda.

Sellas tu luz 
en el sonido de mi nombre:
si me llaman, aparece tu silueta.
Tu unicidad es agua dulce que rodea 
el núcleo de todas mis células.

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