Te hablé de un mar en la pared y nadábamos a braza, amándonos hasta en la última gota del mundo. Y ahora, en esta sequía del tiempo, trato de borrar todos los segundos de desierto. Pero no te encuentro. Y buceo sola. Pensando en ti. Con el orgasmo entre mi mano y el frío.
sábado, 29 de julio de 2017
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