Me abrazas y abandonas el primer beso de la mañana en mi hombro, siento el escalofrío blanco del alba, me compruebas con las manos por si hubiera un desfase de luz en mis caderas, me deshaces en indefinidas frutas pequeñas, un sabor a bosque marino te espera en mis ojos, tapas todos mis silencios húmedos con la boca, descifro el color del infinito en tu serpenteante movimiento de rosas. Cierro los ojos para sentir cómo se rompen dentro mía cada uno de tus latidos. Nos vence el mar. Hay olas que unen átomos y planetas. Sé que la vida nos está esperando allá fuera, pero déjame estar un segundo más entre tus brazos huyendo de este día que comienza.
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Átame a tu aliento y emprende el viaje con mi voz en tu boca gritando palabras desde las nubes que innovan formas pasajeras. Des...
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Consiénteme los sueños esta noche en que siento el mar tan lejos como tus labios. Y cuéntame esa historia de hadas en las olas inventan...
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Te irás, la vida se definirá por otros gemidos, se abrirá la puerta a la inmensidad triste. © Laura Villanueva Guerrero
¡Qué bonito! El vibrante hechizo del segundo
ResponderEliminarVoy por Aceptación. No hay felicidad, pensando en ti...
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