He caído en todas las trampas de tu saliva
como cría alienígena de un planeta perdido.
No sé vivir con esta fuerza de luz oscura
que me aparta de ti y de tu beso de hierba helada.
¿Qué parte de tu abrazo fue inercia
y qué parte salvación?
y qué parte salvación?
Es difícil andar sobre la magia de las olas,
sin amarte, y regresar cada noche al pantano rojo
que vio nacer los suspiros de mi alma rota.
sin amarte, y regresar cada noche al pantano rojo
que vio nacer los suspiros de mi alma rota.
Tal vez el tiempo nos conceda un último pecado
y nuestros labios deshojen pétalos
al borde de un acantilado de fuego y agua.
y nuestros labios deshojen pétalos
al borde de un acantilado de fuego y agua.
Si no, sirva este poema para olvidar tus ojos
y dejar vacío ese cielo blanco en el que te quise tanto.
y dejar vacío ese cielo blanco en el que te quise tanto.
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