Ahora que me has olvidado, las nubes son tus labios. Un relámpago oscuro te nombra debajo de las olas.
El símbolo de infinito se desintegra entre la nada y mi boca. ¿Cuántos suspiros míos se han evaporado ya en raíces de antiguas antorchas?
Buscaré la vida en el azahar nocturno de la naturaleza.
El tiempo invertebrado es también caricia muerta. El cielo se sumerge en un estanque de amapolas. Allí estoy con las manos tan rojas como este amor que siento derramarse indisoluble en mis venas.
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