Cuando vuelvas
y se callen las nubes
y la lluvia no recoja el dolor del mundo
y yo suba a tus ojos
para ver los lagos fucsias de otro planeta
y la vida renuncie a la oscuridad
y todos los precipicios lleven tu abrazo.
Cuando estés a mi lado y tu beso
no sea sólo un recuerdo de la luz,
danzaré en el vuelo invisible de la rosa
hasta alcanzar el mar.
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