Una colonia de soles sobre la línea del horizonte, tratando de mantener el equilibrio con la naturaleza y el tiempo. Me uno al desorden de las cosas. El otoño es un oasis después de tus ojos. Hay suficientes escamas en las nubes rojas. Se eleva la temperatura del planeta. Ya somos Marte. Y mi alma grita: trágame luna, para no ver. Para no verte.
domingo, 11 de junio de 2017
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Te irás, la vida se definirá por otros gemidos, se abrirá la puerta a la inmensidad triste. © Laura Villanueva Guerrero
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