lunes, 19 de junio de 2017

¡Oxígeno!


Toda la nieve cae sobre mi ombligo, como el frío perenne de un amor olvidado. Demasiadas lágrimas para una tarde de junio. Pienso en ti y se reabren los círculos del dolor. ¿Cuántas heridas soportarán mis ojos?. Se van agotando las nubes, el color, los sueños colgantes... Todo es producto de mi imaginación. Lo sé. Incluso tú que llegaste aquella noche blanca de luna roja y te has quedado latiendo en la pausa de mi pulso. Tengo miedo. Creo que estoy viviendo sin aire. Te esperaré en mi ahogo hasta las lluvias de otoño. Tu abrazo tiene la cantidad de oxígeno que necesito para continuar respirando.

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