lunes, 22 de agosto de 2016

Adiós. Adiós, amor mío...


Un planeta entero de ojos
y no consigo ver tu cuerpo mecido
por las horas calientes de la tarde.

Suena en los ríos
mi dulce llanto nocturno
de estrellas y sangre.
Mi dolor derretido
canta dentro de granizos
su insaciable hambre.

Una enredadera de soles
me da sombra y frío.
Te busco en la luna de día,
ya nos abandonó la noche
en una despedida
a ras de tierra y musgo.

Espero la lluvia de tu beso
en mis jardines devastados
por una ausencia gigante.

Nunca volverás. 

Mil ojos mirándote,
mil piedras de aire flotando
sobre olas de líquidos lirios,
mil lágrimas vertidas
en una única palabra:

adiós.

Adiós, amor mío...

Te seguiré soñando
con las manos vacíadas
en la postrera luz del infinito.

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