azul por todas partes
y en mis ojos
una hoguera de nieve
para ocultar el mar
que dejaste rompiendo
en mis pupilas
antes de marcharte
a Júpiter
en tu meteoro blanco.
[Cuadrilátero para mariposas,
luz templada hirviendo
en mis muñecas
(¿ausencia?)
voz oscura,
cueva infinita
temblando dentro del sol,
hilo de agua anudando
la nada.]
Vuelvo a ti
cada noche de Perseidas
para decirte "Quédate, amor fugaz,
quédate otro instante."
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