y encuentras un nido calmado,
de pausa y aire, para mis labios.
Tus ojos se anticipan a mis preguntas
con su lógica binaria (si,no)
rodeando mis ingles de respuestas sencillas.
Allanas mi futuro con señales de agua,
la humedad inmediata de mi cuerpo te pertenece
y dejo de buscar fuego en las estrellas:
tengo tu espalda justo debajo de mi alma.
Te beso con la planta de los pies.
Por fin, mis pasos cobran sentido.
Intento explicarte sin lágrimas
que quiero lo contrario de lo que necesito.
Cansada de mí misma,
vuelvo a acurrucarme
en el mundo puro de un latido tuyo.
Después, lameré el principio físico de tu deseo
y mi boca terminará siendo madura fruta desesperada
con sabor a tu omniterrestre sangre traslúcida.
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