martes, 12 de septiembre de 2017

II. ÉL: LA INTENCIÓN DEL AGUA




Aquí destruyo tu temor

al amor eterno, en ese rincón

del muslo izquierdo donde habita

un lunar salvaje sin forma

(como tu boca cuando me abarca

y me impregna de círculos lentos).


Separo tus piernas del todo.


Ahí mato con los dedos

cualquier atisbo de castidad.


Sé pura cuando me adentro.


Sé blanca cuando la huída

de mi cuerpo se detiene en ti

y vuelve como un boomerang líquido

a desvirgar tu hambre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario