Tan cerca de ti, que puedo leerle el pensamiento a tus dedos. Mi cuerpo se desvanece con el roce de tu aliento. Me miras y, en ese instante, nacen pirámides, mariposas y nubes. Todo forma parte del mismo sueño.
Beso tus labios y se liberan como luciérnagas mis recuerdos de música. Llevo sonidos en los hombros: atrápalos con tu caricia.
Amor, ¿es la tarde un círculo que va a contenernos para siempre? Mi corazón girará dentro del giro. Así te quiero, con el movimiento continuo del mundo. Soy pétalo en la rosa. Y rosa en el infinito.
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